Los expertos de Banca March consideran que la bolsa es un área que hay que sobreponderar en la distribución de activos, puesto que se verá respaldada especialmente por los beneficios empresariales. Aunque las valoraciones están ajustadas, los flujos hacia la renta variable no han sido excesivos. “La bolsa estadounidense y la de la Eurozona parecen igualmente atractivas”, apuntó Alejandro Vidal, director de Estrategia de Mercados de Banca March, en una presentación con periodistas esta mañana en Madrid.
“En la Eurozona hay potencial de aumento de márgenes por el alto apalancamiento operativo. En Estados Unidos, por la menor regulación e impuestos”, explicó Vidal. Al otro lado del Atlántico, los sectores cíclicos como el financiero y los materiales podrían verse beneficiados, pero dados los riesgos subyacentes, conviene mantener un cierto equilibrio con los valores más defensivos, explica.
En renta fija, los expertos de Banca March ven oportunidades en el entorno de la deuda privada: “Las rentabilidades ofrecidas por la deuda corporativa han descendido, pero los bonos de categoría high yieldestán menos expuestos a las subidas de tipos y se apoyan en las expectativas de aceleración del crecimiento y las entradas de fondos. Es un tipo de activo interesante, aunque evitando los bonos con vencimientos largos”, explicaba Vidal.
Ralentización en España
En cuanto a la macro, la economía española crecerá un 2,4% durante 2017, lo que supondrá una moderación respecto al pasado año, aunque seguirá por encima del promedio europeo. Es el dato que los expertos de Banca March esperan para el PIB español en el ejercicio actual. “La economía española sorprendió positivamente en 2016 y, por segundo año consecutivo, registró crecimientos superiores al 3%. Este mayor dinamismo se vio especialmente favorecido por la caída de los precios energéticos, la rebaja de los costes de financiación y el buen tono del sector turístico, que alcanzó un nuevo año récord”, explicó Vidal.
Durante el ejercicio pasado se corrigieron algunos de los desajustes de la economía española: se mejoró el saldo exterior, con un mayor peso de las exportaciones en el PIB, y se redujo el endeudamiento privado. En todo caso, para 2017 quedan algunas asignaturas pendientes de peso, como el ajuste de las cuentas públicas y el empleo. Por un lado, el objetivo de reducción de déficit para este año es del 1,5%, frente al 0,5% del año pasado. Además, en términos de empleo aún queda un largo camino para volver a los niveles previos a la crisis, ya que la afiliación a la Seguridad Social cerró 2016 en 17,8 millones de trabajadores, lejos de los 19,4 millones de 2008.
Contexto internacional
En general, se espera que 2017 sea un año cargado de incertidumbre política y riesgos financieros. En este sentido, no conviene olvidar que las políticas proteccionistas de algunas de las grandes economías mundiales podrían castigar más de lo esperado el comercio global y, con ello, la actividad. En Estados Unidos el consumo apoyará el crecimiento, pero en Banca March se considera esencial ver una reactivación de la inversión. Además, el impacto de los estímulos fiscales no dinamizará el crecimiento hasta la segunda mitad del año.
En la Eurozona, la demanda interna, junto a los bajos costes de la energía, apoyaron un avance del PIB del 1,7% en 2016. Esta inercia positiva se mantendrá en los próximos meses. Así lo apunta el nivel de confianza de los empresarios, que terminó el año pasado en niveles elevados y acordes con la expansión económica. Además, las medidas del BCE han logrado comenzar a desbloquear el crédito y la tasa de paro se ha reducido de forma gradual. Sin embargo, persisten los riesgos a la baja. A pesar de la mejora de los fundamentales, los riesgos políticos en 2017 pueden terminar castigando la confianza y la inversión. En Reino Unido, el Brexit seguirá marcando el devenir de su economía, ya que el proceso de “desconexión” de la UE sigue sin estar definido. Se espera que el crecimiento británico descienda hasta niveles del 1%-1,2% y la inflación repunte por los efectos de la segunda ronda de la depreciación de la libra esterlina.
Para los mercados emergentes se prevé una recuperación, pero con una elevada divergencia por países. “Algunos mercados presentan riesgos en un contexto de deterioro de las condiciones del comercio y la financiación. Aquellas economías con un elevado crecimiento del endeudamiento y escasas reservas son más vulnerables”, apuntó Vidal.
Desde el punto de vista de la inflación, se perciben riesgos al alza. El último acuerdo para recortar la producción del crudo impulsó el precio del petróleo por encima de los 50 dólares. De mantenerse un barril de Brent en estos niveles, los precios podrían repuntar con fuerza en el primer trimestre del año. En España, el IPC podría alcanzar niveles del 2% interanual a principios de año. Esto podría conllevar a una política monetaria menos expansiva y más restrictiva por parte de los bancos centrales, algo que ya se ha empezado a ver en 2016.