Nadie olvida que el año pasado fue complicado para los fondos de Alken, la gestora de Nicolas Walewski. Su apego y convicciones por los sectores cíclicos le pasaron factura ante eventos como el Brexit, lo que penalizó a sus fondos. Pero el mercado lleva meses dándose la vuelta y la película ha comenzado 2017 con un argumento totalmente diferente: “2016 fue un año para realizar compras, a tenor del pánico y los reembolsos en renta variable europea”, aseguraba Walewski esta mañana en una presentación con clientes en Madrid.
El gestor considera que, tras tres años de “destocking” en las compañías (liquidación de existencias), este año comienza un nuevo ciclo, de “restocking”, en el que las firmas vuelven a invertir… y Walewski apunta a estas nuevas inversiones, a la recuperación de la actividad industrial y al hecho de que muchas industrias están impulsando su poder de establecer precios –además del hecho de que los inversores americanos y asiáticos solo han vuelto a la bolsa europea de forma muy marginal- como indicadores positivos para la renta variable del Viejo Continente. “Las empresas han invertido poco, en general, no hay excesos a nivel global, por lo que no hay razones para ser pesimistas”, dice.
Todo lo contrario: son numerosos los indicadores que le llevan a ver luces verdes y a apostar por comprar renta variable y vender renta fija y acciones con un comportamiento similar al de los bonos. “Hemos visto años de mejor comportamiento de valores similares a los bonos mientras los cíclicos quedaban rezagados”, recuerda, pero la historia va a cambiar. De hecho, esa rotación desde lo defensivo a lo cíclico ya se viene produciendo en los mercados y advierte: los inversores que estén infraponderados o negativos en sectores como la banca se verán motivados a rotar sus carteras. “El value ofrecerá mejores rentabilidades en la medida en que los tipos suben”, dice, pues “con las tasas más altas, los beneficios a 10 años se reducirán, de forma que el estilo growth ofrecerá menores retornos” y perderá atractivo.
De hecho, esta historia está premiando ahora la fidelidad del gestor a los sectores cíclicos, que pesó negativamente el año pasado. Walewski sigue apostando por ellos con fuerza este año.
Oportunidad en bancos
Entre esos sectores, y aunque el Alken European Opportunities está infraponderado aún en el sector financiero (infrapondera el sector de seguros), el gestor destaca la oportunidad en bancos. Así, frente a factores negativos en los últimos tiempos como la regulación, las mayores exigencias de capital y las políticas de QE (“buenas para el ciclo pero terribles para los bancos”), el gestor ve ahora factores positivos, como la recuperación del precio del real estate (el principal pasivo de los bancos), el desapalancamiento de individuos y compañías (que permite reforzar el capital) o la mayor claridad en el sistema bancario italiano. “Vemos condiciones para un mayor crecimiento y mayores márgenes de los bancos en Europa, lo que resulta positivo para los accionistas”, dice el gestor. Aunque aún hay muchas entidades que no son de su agrado (razón por la que aún no sobreponderan el sector), Walewski considera “peligroso estar negativo en bancos”.
Sectores cíclicos
Uno de los sectores por los que sigue apostando fuerte es el de consumo discrecional (con una sobreponderación superior al 22% en el Alken European Opportunities), sobre todo por su convicción en el sector automovilístico, en el que empieza a ver más inversiones y prevé un fuerte rally. Le gustan nombres como Peugeot o Renault: el gestor considera a este último “el Ryanair del mercado automovilístico”, debido a su atractiva oferta low cost que los inversores no han puesto en precio y teniendo en cuenta la gran oportunidad de negocio que se abre en este segmento de negocio actualmente. Ryanair es precisamente otra de sus grandes apuestas, gracias a su precio, a su fuerte crecimiento en Alemania y a la mejora de su estructura de costes. También le gusta el sector del lujo, que se viene recuperando en los últimos meses (al calor de la estabilización de la demanda en China) y cuyo rally continuará, dice. Otras apuestas con Wirecard o B&M Value Retail, que considera uno de los mejores operadores en el mercado retail británico y que ha sido castigado en exceso por el Brexit, pero que podría revalorizarse hasta un 25%.
El gestor también sobrepondera en su fondo de bolsa europea el sector industrial, donde ve mayores volúmenes de negocio y creciente fuerza para establecer precios. Habla de Leonardo, una empresa de defensa italiana –y un caso de reestructuración-, como una buena apuesta, en un entorno de fuerte demanda para el sector que podría impulsar su precio hasta un 30%.
También sobrepondera tecnología de la información y el sector de materiales y destaca la oportunidad en Glencore. “Hay un gran escepticismo en torno a este sector pero fue el mejor el año pasado y se beneficiará de un marco más positivo en la relación oferta y demanda”. En energía es cauto pero ha incrementado algo el peso, aunque reconoce que es un sector que obliga a ser muy selectivo. Dentro del mismo, sigue apostando por las renovables, una tendencia estructural “a pesar de Trump”. Entre sus principales infraponderaciones destacan los sectores de telecomunicaciones, salud, utilities o consumo básico.
Debido en parte a que muchos valores similares a los bonos están en el segmento de gran capitalización, el gestor vislumbra oportunidades en small caps este año. La gestora abrió el pasado julio su fondo que invierte en firmas de pequeña capitalización, cerrado a nuevas suscripciones desde 2013.
Alken –que reconoce dos errores de gestión en los últimos tiempos: la inversión en Monte dei Paschi (“con la lección añadida de no confiar en un banquero italiano”) y el hecho de no ver el “destocking” en 2015- cuenta actualmente con 4.500 millones de euros en activos bajo gestión.
El impacto político
Sobre los riesgos que supone la política para este año, Walewski es cauto: en Europa, ve evidencias de que gran parte del riesgo ya se puso en precio con las fuertes salidas de capital el año pasado. “Se necesita mucho para que este riesgo se imponga a los fundamentales: los bancos están mejorando, las valoraciones son baratas, las firmas industriales están mejorando su poder de establecer precios…. se necesita mucho”, dice. De hecho, cree que las elecciones verdaderamente importantes serán las francesas porque el riesgo es la falta de integración en la Unión: “El riesgo es la falta de solidaridad en Europa. Aparte del BCE, no hay mucha integración”, dice, y cree clave la postura francesa hacia más federalismo, o su rechazo.
Con el Brexit, que el año pasado supuso una oportunidad de compra para compañías domésticas británicas, cree que “todo es negociable” –solo hay que ver el caso suizo, dice, en el que algunos sectores gozan de más proteccionismo y otros de mayor apertura- y que llevará años. “El deadline para activar el artículo 50 es artificial”, añade. Aunque podría haber más volatilidad, cree que parte del impacto ya está en precio. Sobre Trump también es cauto y explica que la reacción de los mercados dependerá de sus medidas. Eso sí, cree que con el tiempo podría llevar a algunas decepciones, pero no lo ve como una amenaza inmediata a los mercados.
Por último, aunque reconoce que China limitará su crecimiento, destaca que la deuda está en manos públicas, no privadas, lo que limita los problemas, de forma que tampoco lo considera una amenaza inmediata.