¿Las acciones de los mercados emergentes son vulnerables a las políticas y las medidas de los bancos centrales de los países desarrollados, o están respaldadas por fuerzas suficientemente poderosas para sugerir que podemos estar al comienzo de una tendencia positiva a más largo plazo? Con esta pregunta inicia Geoffrey Wong, responsable de mercados emergentes y renta variable de Asia-Pacífico de UBS AM, su repaso a lo que ha sucedido en los últimos meses del años y su análisis sobre lo que le espera a esta clase de activos a lo largo de este 2017.
“Para un universo de inversión con altos niveles de deuda en moneda fuerte, las acciones de los emergentes han demostrado históricamente una alta sensibilidad frente al dólar. Una rápida normalización de la política monetaria del G7 en 2017, junto con un dólar mucho más fuerte, representaría por tanto un grave riesgo para los precios de los activos de los mercados emergentes debido al aumento de los costes del servicio de la deuda y a las menores perspectivas de crecimiento”, estima el gestor.
Sin embargo, recuerda, dado el bajo crecimiento actual y el contexto de baja inactividad en el mundo desarrollado, UBS AM estima que incluso si los tipos de interés suben en 2017, es probable que el ritmo de aumento sea moderado. “Dadas las características técnicas y fundamentales de los bonos soberanos de los mercados desarrollados, creemos que los mercados emergentes pueden y seguirán haciéndolo bien”, apunta.
Pero es cierto que existen otros riesgos. Si crece el sentimiento populista y proteccionista en Europa y Estados Unidos impone restricciones al comercio mundial, el impacto en emergentes es potencialmente negativo. En este caso, Wong afirma que será preciso esperar a ver si la retórica anti-globalización de Donald Trump se convierte en medidas reales, pero está claro que los riesgos para los emergentes han aumentado con la llegada de Trump a la Casa Blanca.
“También sería negligente no mencionar a China, un país que presenta oportunidades y riesgos en el próximo año. Mientras que 2016 abrió con preocupaciones sobre un aterrizaje duro del gigante asiático, en 2017 lo que volverá a preocupar a los inversores son los altos niveles de deuda”, dice el gestor. Dicho esto, a pesar de la incipiente volatilidad vista en 2016, Wong cree que los cambios en la economía han sido mucho más adecuados de lo que esperaba la mayoría del mercado. El hecho de que el 19º Congreso Nacional del Partido Comunista se celebre en el otoño de 2017 probablemente ayudará a que la política del gobierno siga siendo acomodaticia.
Importantes tendencias demográficas
Aunque hay riesgos, para el responsable de mercados emergentes y renta variable de Asia-Pacífico, vale la pena recordar que las tendencias demográficas respaldan los mercados emergentes. En particular, el gestor se refiere a una investigación reciente de UBS Asset Management que pronosticó un crecimiento del 4,2% de la población en edad de trabajar entre 2015-2020. Un marcado contraste con una reducción del 0,2% prevista para los países desarrollados. Los emergentes también tienen una ventaja significativa en cuanto al potencial de recuperación del gasto gubernamental, la inversión y la educación, todos ellos importantes impulsores del crecimiento a largo plazo.
“Pero identificar los países con mayor potencial de crecimiento no es una fórmula mágica para maximizar los retornos. Los inversores también tienen que entender qué tasas de crecimiento ya están reflejadas en los precios de las acciones y tener la convicción de que la exposición a esa tasa de crecimiento no se diluirá con la subida de capital. En estas medidas combinadas de crecimiento y calidad, países como India, Indonesia, Sudáfrica y México obtienen buenos resultados”, explica Wong.
Este crecimiento está impulsando los cambios estructurales, que están pasando de centrarse en las infraestructuras y las exportaciones de bajo valor al consumo interno, impulsado por los salarios más altos y por una creciente clase media. “De hecho, el aumento de los ingresos está cambiando los hábitos de consumo de más de 400 millones de hogares emergentes en países como China, India, Indonesia, Filipinas, Brasil, Polonia y Rusia, creando un consumidor joven, urbano y conocedor de la tecnología”, concluye.