El Observatorio Financiero del Consejo General de Economistas apenas varía sus previsiones macroeconómicas sobre las efectuadas el pasado mes de noviembre. Esperan que el PIB vuelva a crecer un 0,7% en el cuarto trimestre del año, encadenando nueve trimestres consecutivos sin que el crecimiento caiga por debajo de esta cifra. En cuanto al IPC, mantienen un crecimiento de 0,7% para 2016 y que supere el 1,7% en 2017, derivado fundamentalmente del incremento de precio del petróleo y otras commodities, de las previstas políticas expansivas de aumento del gasto público previsto en la Unión Europea y EE.UU. y del incremento de la renta disponible en 2015 y 2016 que previsiblemente se mantendrá, aunque a un ritmo inferior, en 2017.
“En el año que entramos, las incertidumbres políticas -el proteccionismo que preconiza la llegada de Trump, así como los efectos del Brexit afectando al comercio mundial, las elecciones en Francia, Holanda y Alemania…-, pueden incidir en la economía y también en la recuperación a la que, incipientemente se asiste en el terreno macroeconómico”, explican desde el Observatorio.
En el caso de España, prevén otro año positivo para el turismo, la vivienda y el sector de la construcción. En el lado negativo señalan al petróleo que sube con fuerza, la inflación que repunta a su compás y aumenta la posibilidad de un alza en los tipos de interés. “El año 2017 apura los estímulos fiscales en nuestro país, a la vez que se constata que la tasa de ahorro de nuestros hogares pisa cotas históricamente bajas, lo que preocupa porque sigue siendo éste el combustible para el consumo interno que tanto incide en nuestro crecimiento”, argumentan.
Desde el Observatorio esperan que este año se produzca una ralentización del consumo hasta el 2,3% frente al crecimiento del 3% de 2016. A ello se une la moderación de las exportaciones a la que se asiste. “La bajada del euro ante el dólar hace más competitiva el área euro, pero con medido efecto para nuestro comercio por dirigirse nuestras exportaciones principalmente a ella”.
En cuanto a las previsiones de creación de empleo para el año son positivas estimando que 2016 se cierre con una tasa del 19,7% y en 2017 siga bajando hasta el 18%. En su análisis el Observatorio destaca que “de confirmarse, compensaría la amenaza reseñada para el consumo. No lo olvidemos que la recuperación del consumo y la inversión unido a la moderación de los costes salariales, deben hacer que el ritmo de creación de empleo en 2017 se sitúe en tasas similares a las del año en curso”.
Bancos: oportunidad de compra bajo la amenaza fintech
En el terreno financiero, consideran que los bancos a los precios actuales son una buena opción de compra en bolsa, a pesar de la sentencia europea sobre las cláusulas suelo. La mejora de la economía y el aumento de la demanda de crédito, también de las hipotecas por la recuperación constatada de la vivienda, «va a mejorar su facturación, así como la subida de tipos lo hará con sus márgenes». “Su gran amenaza es la competencia de las fintech, start-up. etc., haciéndolo prácticamente sin estructuras de costes fijos. El sector está sufriendo por ello una reconversión, quizás definitiva, que va a cambiar la imagen que tenemos del mismo, también de cercanía al consumidor y cliente. Algo que torna en virtual”.
Se trata de un ejercicio en el que imperará la volatilidad y en el que, según el Observatorio, la bolsa debe ser la principal opción para el inversor en tanto que la renta fija puede verse castigada por una eventual subida de tipos de interés. “La rentabilidad, ineludiblemente va a seguir unida al riesgo, sin que el ahorrador conservador tenga el consuelo de 2016, con tasas de inflación negativas que ayudaban al efecto de rentabilidades reales más atractivas que las exiguas nominales”.
Sin embargo, son prudentes respecto a su evolución en el primer semestre debido a la posible inestabilidad política europea, con gran volatilidad y con comportamientos laterales frecuentes. “Hay que tener en cuenta que las pequeñas compañías reaccionan antes ante los buenos datos macroeconómicos, pero las castiga más la inestabilidad, son menos líquidas y problemáticas por ello ante sucesos imprevistos».
En el segundo semestre de 2017 esperan que, si no se producen acontecimientos no previstos, y una vez conocidos los diferentes desenlaces políticos en Europa, la evolución de las bolsas y en concreto del Ibex, sea positiva gracias a la mejora de los beneficios empresariales estimada por el consenso para 2017 y a la sólida evolución que está mostrando la economía española.