Las celebraciones de esta época y el final del año fiscal hacen que el mes de diciembre sea una época especialmente fuerte para las donaciones y según Albert R. Hunt, columnista de Bloomberg, hay indicios de que este año las aportaciones podrían ser más cuantiosas.
Según datos extraídos de Giving USA, en 2015 los estadounidenses aportaron una cifra récord de 373.250 millones de dólares, lo que supuso un crecimiento de algo más del 4% con respecto a las donaciones del año anterior, menciona Hunt.
Más del 70% de las donaciones fueron realizadas por individuos, alrededor del 15% por fundaciones, y el origen del resto hay que buscarlo en donaciones corporativas o legados. En cuanto a su destino, algo menos de un tercio fue a para a manos de entidades religiosas, el 15% a proyectos educativos, y algo menos del 12% a prestar atención a necesitados -bancos de alimentos, refugios para personas sin hogar y asistencia legal-.
Las cosas no están tan claras con respecto al futuro, pues mientras los optimistas partidarios de Trump creen que su mandato conseguirá que la economía crezca a un ritmo de un 4% y eso podría significar mayores donaciones, la mayor parte de los expertos económicos independientes dudan que el país alcance ese ritmo.
Si los republicanos pusieran en marcha los enormes recortes de impuestos anunciados y favorecieran a los más ricos, las donaciones podrían aumentar porque ellos son los responsables de la mayor parte de las donaciones. Sin embargo, dice Hunt, la probable recesión ensombrecería los beneficios logrados por ese incremento, más aún cuando la asistencia se verían recortada como los impuestos y las necesidades serían mayores.
Según un informe del Instituto de Estudios Políticos las donaciones son considerablemente mayores entre los ciudadanos más ricos, pero están disminuyendo entre los ciudadanos que ganan menos de 100.000 dólares al año, que en su conjunto suponen una mayor proporción.
Por otro lado, parece que algunos de los cambios que los republicanos persiguen hace tiempo, como la supresión del impuesto de transmisiones patrimoniales, podrían reducir las donaciones por parte de los más ricos, como efecto colateral.
Durante la campaña, Trump repetidamente prometió derogar una ley que prohíbe que las organizaciones exentas de impuestos participen en actividades políticas, con la que –según el antiguo director ejecutivo de la agencia de noticias y director de la delegación del Wall Street Journal en Washington- pretendía favorecer la derecha religiosa pero, terminada la campaña, no está claro si tiene la intención de hacerlo o no. Si lo hiciera, podría invertir la tendencia a reducirse de las cantidades recibidas por las organizaciones religiosas.
Mientras tanto, diciembre es el mes de las mayores donaciones, con contribuciones que duplican las de cualquier otro mes.