Los resultados de las elecciones en EE.UU. han obligado a reevaluar las estrategias de inversión en todas las clases de activos, también la renta fija. Donald Trump ha prometido impulsar la inversión pública, pero el gobierno tiene pocas balas en materia presupuestaria, dice Fidelity, y no está claro de que sea el mejor momento para apretar el gatillo de forma indiscriminada. En esta situación, las perspectivas a medio plazo para los TIPS parecen favorables, en tanto que las hipotecas pierden atractivo y las perspectivas del dólar no están claras.
Reacción a los resultados: decisión transcendental
Los resultados de las elecciones estadounidenses son, sin lugar a dudas, un acontecimiento decisivo. El sorprendente desenlace es totalmente opuesto a la visión que la gestora manejaba a comienzos de octubre, cuando hablaba de una clara victoria de los demócratas. Después de que se haya materializado el resultado menos probable, se está llevando a cabo una reevaluación de todas las tesis de inversión en todas las clases de activos y los equipos de Fidelity esperan que la incertidumbre en torno a las cotizaciones de mercado se mantenga a corto plazo.
Así, se están suscitando grandes preguntas: ¿A quién nombrará el presidente electo Trump para su gabinete, especialmente como Secretario del Tesoro, Secretario de Estado y otros puestos importantes? ¿Qué políticas se aplicarán en materia tributaria y asuntos exteriores? ¿Cómo interactuará con la Reserva Federal? ¿Qué va a priorizar el nuevo gobierno en sus primeros 100 días?
“Dado que el control de la Cámara de Representantes solo está garantizado durante los próximos dos años, los republicanos no tienen mucho tiempo para hacer las cosas. Para nosotros, lo más importante es cómo encajar las contradictorias declaraciones de Trump durante la campaña e identificar qué políticas probablemente se saquen adelante”, dice la firma en su análisis.
En la apertura del día siguiente, el mercado huyó claramente del riesgo, ya que nadie esperaba una presidencia de Trump, pero cuando se hizo evidente la clara victoria de los republicanos, el sentimiento se dio la vuelta y los mercados parecieron recordar que el partido republicano suelen ser bueno para los marcados, creen los expertos de Fidelity.
¿Cuentas públicas equilibradas?
La política presupuestaria fue protagonista durante la campaña. Trump prometió invertir más de 500.000 millones de dólares en infraestructuras, pero al mismo tiempo también prometió recortes de impuestos. Para la firma, un frenesí inversor financiado potencialmente con deuda no concuerda con los valores del partido republicano, que tradicionalmente ha apostado por unas cuentas públicas equilibradas. Lo normal es recurrir a la política presupuestaria cuando el paro es elevado, pero ciertamente ese no es el caso de EE.UU.
Podría ser complicado justificar estímulos a gran escala cuando hay tensiones en el mercado laboral y la población está volviendo a buscar trabajo, como ha quedado demostrado con el repunte reciente de la tasa de participación. El gobierno tiene pocas balas en materia presupuestaria y no está claro que ahora sea el mejor momento para apretar el gatillo de forma indiscriminada.
Visión sobre las clases de activos: ¿Ningún rendimiento es lo suficientemente alto?
“El gran movimiento bajista de elevación de la curva nos indica que los mercados esperan que Trump someta cualquier oposición republicana para abrir el grifo de los presupuestos y generar niveles de crecimiento en EE.UU. más elevados de lo que se esperaba antes de las elecciones. El debate actual es hasta qué punto descuentan ya los precios los estímulos que realmente se producirán y su impacto en el PIB”, explican.
El movimiento de los tipos nominales ha llevado a los breakevens estadounidenses hasta sus niveles más altos del periodo reciente, pero Fidelity tiene poca convicción en esta recuperación. El aumento del gasto público, dice, podría provocar más inflación y salarios más altos, pero hemos visto que no ha sido así en otros países, con Japón como ejemplo destacado, lo que refuerza el escepticismo. Sin embargo, mirando más allá del ruido político, estima que las perspectivas a medio plazo para los TIPS son favorables en líneas generales: la inflación está subiendo, los mercados laborales registran tensiones y la inflación subyacente muestra fortaleza.
Oportunidades y riesgos: todo gira en torno a los tipos
Hemos asistido en un cambio en las curvas de tipos en todo el mundo. La renta fija mundial se ha movido en sintonía con los bonos del Tesoro de EE.UU., en algunos casos imponiéndose a los motores económicos de los países. Para Fidelity, la subida de los rendimientos ofrece buenos puntos de entrada tácticos allí donde los fundamentales no hayan cambiado. Un buen ejemplo en este sentido es Australia, donde los rendimientos se han movido más que en México. «Seguimos a la búsqueda de oportunidades en Europa. Italia está aumentando su atractivo a medida que el mercado va descontando el miedo al referéndum, pero el perfil de riesgo y recompensa no es todavía lo suficientemente atractivo”, dice.
Y es que durante los últimos días, todo ha girado en torno a los tipos de la deuda pública y los mercados de deuda corporativa apenas se han movido. “Si nos fijamos en los más de 6.000 bonos del índice estadounidense, únicamente seis emisores han cotizado fuera de su horquilla de precios de los últimos dos meses. Esta falta de volatilidad, tanto antes como después de los resultados de las elecciones, es un motivo de inquietud, ya que eso quiere decir que la volatilidad específica solo puede subir. Seguimos siendo cautos sobre la deuda corporativa; por eso, nos centramos en los bonos a corto plazo y esperamos que la volatilidad genere oportunidades”, concluye la gestora, que en general se ha posicionado defensivamente, con infraponderación en la exposición a deuda corporativa e hipotecas y una posición neutral en duración, en previsión de un nuevo pico de volatilidad.