Jim Leaviss, responsable del área de Renta Fija Minorista de M&G, resumía esta mañana lo que ha pasado en las primeras horas después de que fuera oficial que Donald Trump ganaba las elecciones presidenciales estadounidenses: “En los mercados de bonos, el impacto ha sido relativamente moderado hasta ahora; es en las bolsas donde los movimientos están siendo más acusados (el Nikkei perdía estaba perdiendo un 5%). La pasada noche, el peso mexicano fue el termómetro de los resultados y primero subió, pero después se replegó rápidamente. Esta mañana acumulaba un descenso del 10% frente al dólar estadounidense, que a su vez también cedía terreno ante las expectativas de que haya menos subidas de tipos. El índice DXY USD ha perdido un 0,8% durante la sesión de Asia, mientras que el yen, que tradicionalmente suele salir beneficiado en fases de huida del riesgo, ha avanzado un 2%”.
Según Leaviss, hasta ahora se daba por cierto que la Fed iba a subir los tipos 25 pb en diciembre, pero la incertidumbre derivada de la victoria de Trump hace que sea mucho menos probable. Además, se pregunta: “¿seguirá siendo Janet Yellen la presidenta de la Fed con Trump en la jefatura del estado?”. La probabilidad implícita de una subida de tipos ha pasado de más del 80% al 50% -dice-. Las expectativas de tipos para 2017 han descendido también.
Mitul Patel, responsable del área de Tipos de Interés de Henderson, coincide en que el mercado ha recortado las probabilidades de que la Reserva Federal suba tipos en diciembre, ya que la incertidumbre en torno a los planes de Trump, sumada al peor tono de los activos de riesgo, podría retrasar la subida prevista. Sin embargo, si ahora EE. UU. aplicara estímulos presupuestarios en una economía que ya estaba próxima al pleno empleo, se podría estimular más la inflación que el crecimiento, lo que podría llevar a la Reserva Federal a endurecer las condiciones monetarias más de lo que se prevé actualmente.
Por su parte Bryan Collins, gestor de fondos de renta fija asiática de Fidelity, decía que tras la elección de Donald Trump como presidente podríamos ver un cambio en la dinámica actual de los mercados antes del traspaso oficial de poderes en 2017. Los bonos del Tesoro de EE. UU. podrían subir al principio y después la curva podría ascender, a medida que vayan cayendo las expectativas de nuevas subidas del dólar frente a otras grandes divisas.
Refiriéndose a los bonos estadounidenses, Leaviss recordaba que en ellos tienen gran peso los inversores extranjeros, como China, país contra el que Trump ha realizado comentarios hostiles. El 50% del mercado de bonos del Tesoro de EE.UU. está en manos de inversores extranjeros (China posee el 19%; Japón, el 18%), al igual que el 30% del mercado de bonos corporativos estadounidenses. Los extranjeros, especialmente China, ya han pasado a ser vendedores netos de bonos del Tesoro de EE. UU. durante los últimos seis meses.
El gestor de Fidelity, Collins, por su parte, añadía que el renovado interés por los estímulos presupuestarios podría traducirse en nuevas directrices a favor del gasto en infraestructuras, lo que, en general, es positivo para el crecimiento estadounidense a largo plazo. Sin embargo, a corto plazo el debilitamiento de la inflación y el posible aumento del gasto público en EE.UU. podrían hacer que el dólar perdiera terreno frente al euro. En general, la debilidad del dólar frente al euro podría ser beneficiosa para las economías asiáticas por la elevada dependencia de la región de las importaciones de petróleo, lo que mantendrá controladas las presiones inflacionistas. Las economías asiáticas siguen creciendo a mayor ritmo que sus homólogas occidentales, y la mayoría de los bancos centrales sigue teniendo capacidad para dinamizar el crecimiento mediante estímulos monetarios y presupuestarios.
Además, hay que tener en cuenta, añadía el responsable del área de Tipos de Interés de Henderson, que puesto que los republicanos van a controlar la Cámara de Representantes y el Senado, también se produce el fin del bloqueo que el gobierno estadounidense ha sufrido durante los últimos seis años. Eso facilita considerablemente la aprobación de leyes, si bien es probable que algunas de las propuestas más extremas de Trump queden diluidas para poder superar el trámite del Congreso.
De cara al futuro, el Brexit y la victoria de Trump han puesto de manifiesto que los populismos han sido más efectivos de lo que se esperaba. Ante la proximidad del referéndum italiano y varias citas electorales clave en Europa, en 2017 el viejo continente podría convertirse en el siguiente foco de atención.