A pocos de días de conocer el resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, con las encuestas sugiriendo que la carrera para convertirse en el cuadragésimo quinto presidente de Estados Unidos está muy ajustada, Anthony Doyle, director de inversiones del área de renta fija de M&G, analiza y trata de estimar las posibles reacciones en los mercados de renta fija y divisas según gane uno u otro candidato.
Una victoria de Clinton
Una victoria de Clinton es percibida por los mercados como una continuación del actual entorno político en Estados Unidos, en especial, si los republicanos mantienen el control de la Cámara de Representantes. Esto podría ser el escenario más benigno para el mercado de bonos y divisas en términos de volatilidad de precios. Tras la victoria de Clinton, el mercado de bonos podría probablemente descontar una mayor probabilidad de un movimiento en las tasas de interés, con la eliminación de la incertidumbre política percibida, allanando el camino para una subida por parte de la Fed en diciembre. El dólar estadounidense sería el mayor beneficiario de este cambio en los precios del mercado, aunque cualquier ganancia es susceptible de ser medida.
En un escenario de victoria para Clinton, los precios de la curva de la deuda del Tesoro muy probablemente continuarán bajo presión en las próximas semanas dada la alta probabilidad de una subida en los tipos de interés, las presiones inflacionistas y la posibilidad de una postura más relajada en materia de política fiscal por la administración de Clinton. Con una victoria de Clinton es poco probable que las perspectivas sobre la economía de Estados Unidos de los inversores en bonos o de los economistas se alteren. Si Clinton logra implementar una política de relajamiento fiscal en Estados Unidos en el medio plazo, el crecimiento de Estados Unidos y la inflación podrían incrementar, lo que significaría un incremento en términos de primas y una mayor inclinación en la curva.
Una victoria de Trump
Una victoria de Trump resultaría en una mayor volatilidad en varios de los mercados, dada la incertidumbre alrededor de las implicaciones que ésta pudiera tener sobre la economía de Estados Unidos. Tras este resultado, la aversión al riesgo podría incrementar, lo que significaría un dólar más fuerte, menores rendimientos en los bonos y un mercado de deuda estadounidense más débil.
En el universo de la renta fija, el mercado de bonos emergentes y divisas podría probablemente toparse con lo peor, dada la fuerte postura de Trump frente a China y México. Esta reacción del mercado podría ser similar a los momentos de aversión ocurridos en eventos previos de Estados Unidos como la crisis financiera de 2008, la pérdida del rating AAA por parte del gobierno de Estados Unidos en 2011 y el “taper tantrum” de 2013. Igualmente, si la Fed decide continuar con una subida de tasas en un ambiente de incertidumbre política, muchos verán una reacción adversa de los mercados, similar a la subida de 2014.
Regresando a los mercados de crédito, la propuesta de Trump de una repatriación fiscal será positiva para los inversores de bonos de grado de inversión estadounidenses en margen, y podría llevar a una reducción de la emisión de deuda corporativa de bonos. Se estima que las empresas mantienen cerca de 1 billón de dólares offshore, con cerca del 60% denominado en dólares. La gran pregunta es cómo estas compañías utilizarían este efectivo: ¿pagarían un dividendo especial a los accionistas?, ¿incrementarían el gasto en capital y expandirían sus operaciones? Las emisoras de deuda high yield serían las menos afectadas, ya que la mayoría de empresas tienen una fuente doméstica de ingresos.
En el medio plazo, la propuesta de Trump de llevar a cabo grandes rebajas fiscales para todos es el equivalente a una gran inyección keynesiana de efectivo en la economía, lo que podría beneficiar el crecimiento económico, pero también incrementaría la inflación. La implementación de barreras al comercio también sería una medida inflacionaria, a medida que los precios de los productos importados aumenten desde los niveles actuales de precios. La reforma de la política de inmigración significa que el mercado laboral de Estados Unidos, ya rígido en la actualidad, haría que se estrechara aún más llevando a unos salarios más rígidos. La política de la Fed necesitaría contrarrestar esta subida de inflación, por lo que habría unos tipos de interés más altos y mercados a la baja en los bonos. En este escenario, el dólar estadounidense probablemente se fortalecería dada la postura en política monetaria, en contraste con otras economías de mercados desarrollados. Una victoria de Trump sería buena para los bonos del gobierno en el corto plazo, pero mala para los bonos en el largo plazo.
Efectos a corto y medio plazo
Una victoria de Clinton podría probablemente resultar en una menor volatilidad en el corto plazo, en términos relativos a una victoria de Trump. En el desenlace inmediato de una victoria de Clinton, podría haber algo de búsqueda de riesgo por parte los inversores, pero en el medio plazo, mucho dependerá de la composición del Congreso de Estados Unidos. Los mercados de crédito deberían probar una relativa resiliencia, dado que se espera que las tasas de impago permanezcan bajas y que la Fed continúe siendo cautelosa con respecto al ritmo de retirada de la política acomodaticia, por lo tanto reduciendo las posibilidades de un error en la política. Una victoria de Trump podría ser percibida como un evento de aversión al riesgo en el corto plazo, resultando en menores rendimientos en los bonos del Tesoro estadounidense, un dólar más fuerte y un menor sentimiento de búsqueda de riesgo hacia los activos de mercados emergentes. Dado que ambos candidatos abogan por una postura de relajamiento fiscal, los precios de los bonos del gobierno tendrán una cierta presión durante 2017 en los dos escenarios. En el largo plazo, al igual que en el escenario de Clinton, las políticas que Trump logre implementar dada la composición del Congreso serán claves a la hora de determinar las perspectivas de la economía y por tanto en el mercado de bonos y divisas.