Hablamos con Marie-Anne Allier, directora de Renta Fija Europea de Amundi, e intentamos que nos descubra dónde buscar las oportunidades este otoño. Según la experta, estas se encuentran allí donde todavía puedes obtener algún beneficio, y esto hay que entenderlo como deuda corporativa -incluyendo high yield-, y mercados emergentes, donde todavía se pueden encontrar retornos atractivos en relación al riesgo. Todavía hay buenas oportunidades en deuda gubernamental europea, donde los bancos centrales la siguen sujetando; y en Estados Unidos, aunque la previsible subida de tipos haría que su mercado fuera decepcionante frente a los europeos.
Mercados Emergentes
En opinión de Allier, en mercados emergentes se pueden encontrar buenas relaciones riesgo/retorno tanto en deuda soberana como en una parte de la deuda corporativa. Por otro lado –dice-, el riesgo no es tan alto, especialmente después de la caída de las valoraciones de los mercados emergentes. Para aquellos que no quieran asumir demasiado riesgo o no tengan tanta confianza, señala la opción de entrar en deuda emergente –soberana o corporativa- sin sufrir la mayor volatilidad de la divisa, es decir, no entrando en moneda local sino en hub currency. La deuda emergente en hub currency ofrece un retorno en relación al riesgo que es cada vez más comparable a lo que se puede encontrar en mercados desarrollados.
Europa
Dicho esto, todavía hay buenas oportunidades en deuda gubernamental. Si miramos a la eurozona, los mejores resultados lo ha dado la deuda gubernamental, por las simple razón de que es la zona en que los bancos centrales están comprando deuda. Estamos viendo que comprar deuda italiana, española, portuguesa -incluso la gubernamental- es una oportunidad hoy simplemente porque los bancos centrales compran. No hay razones financieras, económicas, es una razón comportamental: el BCE. “En renta fija todavía hay muchas oportunidades. Dicho lo cual, no tendrás un retorno de doble dígito”.
En Europa, la deuda corporativa es atractivas solo por el CSPP (programa de compra del sector corporativo) del BCE. Es como un `stop loss´ -explica Allier- al final del día los bancos centrales compran. La situación en Europa la definen el menor apalancamiento de las corporaciones y su cada vez menos apetito por la emisión de deuda -porque tienen menos necesidades-, y el cada vez mayor número de inversores. “Los precios subirán”, asegura Allier.
Las empresas europeas no necesitan emitir deuda porque las inversiones se han reducido y, en opinión de Allier, están manejando sus balances de una manera más razonable que antes, después de dos crisis de crédito en Europa en los últimos diez años. Los responsables financieros de las empresas ahora no buscan hacer dinero a través de la gestión financiera sino del plan de negocio, y se están apalancando menos, quieren estar seguros de que incluso en situación de crisis pueden gestionar el negocio actual.
De hecho, tras las crisis en que ha sido tan difícil el acceso al crédito, las empresas están aprovechando cuando el mercado ha estado mejor para recomprar deuda a corto plazo y emitir a muy largo. Por tanto, ahora no hay emisiones anteriores que se vayan a redimir a corto plazo, y por tanto las necesidades financieras de las corporaciones en los próximos dos o tres años no serán tan altas.
En resumen: “Actualmente no se emite pero los inversores buscan, por lo que es una oportunidad. De nuevo, no de tener 6-7-8%, pero es una oportunidad si lo comparas con no hacer nada con tu dinero o con dejarlo en un banco”.
¿Hasta cuando es necesario que los bancos centrales sigan actuando en Europa?
Hasta 2018, incluso 2019, dice la directora de Renta Fija Europea de Amundi. “Para poder cambiar tenemos que poder relanzar la inflación un poco en la eurozona y el crecimiento y eso no es algo que esté en las manos de los bancos centrales, es más un tema de presupuestos y de políticas”. Así que cuando los gobiernos puedan relanzar su crecimiento, a través de reformas, los bancos centrales podrán salir del mercado. “Lo que están haciendo los bancos centrales es comprar tiempo para que los gobiernos actúen. La respuesta está en manos de los gobiernos: si son capaces de reformar, lanzar inflación y crecimiento, entonces los bancos centrales podrán suavizar la acomodaticia política actual”, añade.
Estados Unidos
Parece que los retornos en Estados Unidos son mayores ahora, pero si se compra deuda europea -que los bancos centrales sujetan- y se cubre la moneda se consigue diversificar. Además, hay que tener en cuenta las posibles acciones de la Fed.
“Si tenemos razón y la Fed sube los tipos antes de 2017, en un punto habrá pérdidas en el mercado de renta fija estadounidense, por lo que este podría ser decepcionante frente a los europeos -donde los bancos centrales no van a relajar su políticas en 2017-”.
Un comentario final: la entrevistada llama la atención sobre la existencia de un cierto sesgo que invita a pensar que los bonos son caros. “Tenemos que cambiar nuestra mentalidad”.
Y un sector mejor para renta fija que para variable: Los bancos están mejor capitalizados de lo que estaban en 208 o 2011, el BCE está haciendo un buen trabajo -dice Allier-. “Estaría más preocupada si tuviera renta variable bancaria que deuda. El retorno de la renta variable de la industria bancaria no será muy bueno”, porque la industria se enfrenta a muchos retos, y en Italia -por ejemplo- habrá nuevos bancos que salgan a bolsa. Sin embargo, desde el punto de vista de la deuda los bancos tiene más capital y están más supervisados que antes. No todos los bancos son iguales, pero la foto global es mejor hoy de lo que era en 2008, concluye.