La creciente demanda de bonos emergentes como catalizador del rendimiento ha dado lugar a una inversión récord en ETFs emergentes, explica Stephen Cohen, responsable de renta fija de gestión pasiva en BlackRock. El tercer trimestre registró los mayores flujos de inversión a escala mundial en estos instrumentos, con 5.800 millones de dólares, seguido del segundo trimestre, con 5.400 millones de dólares. Hasta la fecha, este tipo de fondos cotizados han alcanzado una inversión de 12.700 millones de dólares, un nivel muy superior al récord anual anterior: 8.300 millones en 2012.
El gestor recuerda que en Europa los inversores han mostrado interés por las exposiciones a deuda emergente denominada tanto en divisa local como en dólares, en comparación con EE. UU., donde la inversión se ha dirigido exclusivamente a los bonos emergentes denominados en dólares. Esto sugiere, según Cohen, que “los inversores europeos se sienten más cómodos expresando sus opiniones en divisas emergentes”.
Los inversores europeos están aumentando su exposición a ETFs a un ritmo récord: actualmente, estos productos han alcanzado los 150.000 millones de dólares en activos gestionados. En lo que va de año, la deuda emergente denominada en divisa local ha duplicado con creces su tamaño, desde los 1.800 millones de dólares hasta los 4.600 millones.
En cuanto a los inversores estadounidenses, han seguido utilizando los ETFs de renta fija para obtener rentas periódicas. Por su parte, los instrumentos emergentes denominados en dólares, la deuda corporativa denominada en dólares y los fondos estadounidenses multisector lideran la captación de capital. “Nuestro ETF de deuda corporativa general cotizado en EE. UU. ha sido el primer fondo cotizado del mundo en superar la barrera de los 40.000 millones de dólares en activos gestionados”, afirma el gestor de BlackRock.
Los bancos centrales marcan el ritmo
Las acciones de los bancos centrales siguieron marcando el ritmo de la inversión. Tras las últimas medidas del BCE, la demanda de ETFs de renta fija corporativa europea no mostró indicios de caída. Los cinco instrumentos cotizados de esta clase de activos en euros más importantes de iShares (IEAC, IBCX, IHYG, IE15 y IEXF) registraron una inversión de 1.900 millones de dólares durante el trimestre y 6.800 millones en lo que va de año.
2016 ha sido el año en que los ETFs de renta fija mundial han registrado un mayor crecimiento desde 2012, y los mercados europeo y estadounidense han triplicado su tamaño en los últimos seis años. De hecho, durante el tercer trimestre del año se ha registrado el día con mayor volumen de negociación de opciones de 2016 en el segmento de la deuda corporativa de alto rendimiento.“El 13 de septiembre, se negoció un volumen teórico de 2.300 millones de dólares brutos en nuestro ETF de renta fija corporativa de alto rendimiento cotizado en Estados Unidos, en comparación con el volumen diario medio de 530 millones diarios en lo que va de año en términos teóricos”, afirma.
En cuanto a los fondos de deuda corporativa con calificación Investment grade, están registrando un volumen de inversión récord en lo que va de año: 29.200 millones de dólares, una cifra que supera el máximo anterior, de 24.700 millones, logrado el año pasado.
De cara al cuarto trimestre del año, desde BlackRock esperan que la tendencia de los mercados emergentes continúe. “Creemos que los activos de este universo pueden soportar la trayectoria de subidas graduales de tipos trazada por la Fed, dada la mejora de los fundamentales que han protagonizado las economías emergentes en los últimos años”, sostiene Cohen.
Con todo, los inversores seguirán enfrentándose a la dificultad que supone la persistencia de unos rendimientos bajos en los bonos a escala mundial. “Esperamos que se mantenga la inversión en productos eficientes en materia de costes, como los ETFs, puesto que los inversores buscan recortar los gastos para preservar los ingresos”, concluye.