El 65% de los asesores financieros son propensos a recomendar a sus clientes aumentar sus asignaciones a fondos cotizados (ETFs, por sus siglas en inglés) como resultado de la reciente norma de conflicto de interés del Departamento de Trabajo (DOL), de acuerdo con un libro blanco Accelerating Growth: The Department of Labor Conflict of Interest Rule and its Impact on the ETF Industry, producido por BNY Mellon en asociación con ETF Trends.
El estudio indica que los asesores que formaron parte del estudio tienen actualmente el 23% de los activos que gestionan (AUM) en ETFs, y planean aumentarlos en un 38% en los próximos dos años transicionando desde otros productos, lo que aumentaría el porcentaje de activos asignados a ETF un 65,2%. Aproximadamente el 55% de los 170 asesores consultados por BNY Mellon achacó la norma que entra en vigor en abril de 2017 esta previsión.
«La norma exige a los asesores financieros recomendar las mejores inversiones para sus clientes cuando ofrecen orientación sobre los activos del plan 401(k), cuentas de jubilación individuales u otros fondos para la jubilación», explica Frank La Salla, CEO global de los negocios de Productos Estructurados y Servicios de Inversión Alternativos de la gestora. «Esto incluye enfatizar servicios financieros, tales como los ETFs que tienden a tener comisiones más bajas que otros tipos de inversiones».
Los asesores señalaron que incrementarán el uso de ETFs tanto de gestión activa como pasiva y el de cuentas administradas independientemente, además de señalar que los activos que harán crecer las asignaciones a estos productos vendrán de otros productos en los que las reducirán.
La Salla señala que el costo no será el único factor que determinará los tipos de activos que los asesores recomiendarán. «El asesor y el cliente podría estar buscando satisfacer una necesidad en su cartera de inversión, como la obtención de exposición a una clase particular de activos o país». «El mejor producto podría ser un ETF, o un fondo o algún otro producto financiero».
Aunque los encuestados indicaron que esperan un continuar y rápido crecimiento de los activos en ETFs, también señalaron que se necesitan cambios en tres áreas para facilitar este crecimiento. En primer lugar, la mayoría de los planes de aportación definida tendrán que actualizar su tecnología para operar con ETFs, ya que muchos no tienen esta capacidad. La regla del DOL podría acelerar la introducción de esta tecnología ya que los patrocinadores de los planes y los asesores estarán más motivados a la hora de ofrecer estos productos.
Las otras dos áreas son la educación y el acceso a la información. «La industria de los ETFs tendrá que acelerar los esfuerzos en formación sobre los ETFs y la norma del DOL entre los participantes de la industria para allanar el camino hacia el crecimiento proyectado», dice Steve Cook, managing director and business executive de Servicios de Productos Estructurados de la gestora. «En cuanto al acceso a la información, los asesores orientados hacia los ETFs tienden a favorecer el acceso a la investigación en porciones y no a través de grandes documentos. Prefieren aprender sobre nuevas ofertas a través de webcasts que asistiendo a conferencias o reuniones de ventas.»
LaSalla concluye que los asesores de inversión registrados (RIAs, por sus siglas en inglés), al igual que los brokers, son propensos a considerar seriamente los ETFs. «Dada la naturaleza basada en honorarios de los RIAs, su nivel de sofisticación y su disposición a adoptar nuevas estrategias para ayudar a sus inversores a optimizar sus inversiones, parecería natural que consideren aún más los ETFs».