España ha estado sin Gobierno durante casi un año. Más aún, dado el actual impasse político, hay un riesgo creciente de que no lo tenga antes del final del año. Según el análisis de HSBC Global Research, hasta ahora la economía no se ha visto afectada, al menos de forma obvia, pero el área fiscal sí.
“A pesar de un fuerte crecimiento, el déficit ha estado en general en línea con el del año anterior, que a niveles del 5,1% sobre el PIB es preocupantemente alto”, dicen desde la firma. La baja inflación y la creación de trabajos temporales están detrás del decepcionante crecimiento de los ingresos y las dificultades para recortar el gasto en términos reales, y con todo eso ha habido también algunos regalos fiscales, dice el informe. En total, “estimamos que los estímulos fiscales están añadiendo en torno a un 1% de crecimiento al PIB este año”.
Pero la falta de un Gobierno podría tener consecuencias económicas más serias a partir de ahora, dice el informe. “Si el presupuesto de 2017 no puede aprobarse a finales de año, todos los principales factores de gasto serán congelados en los actuales niveles, incluyendo salarios y pensiones, lo que equivaldría a un recorte del gasto de en torno a un 1% del PIB. Esto podría ayudar a reducir el déficit, pero también tendría consecuencias negativas para el crecimiento. Este riesgo debería proporcionar también un fuerte incentivo para que los partidos políticos eviten unas terceras elecciones”, dice el informe de la firma de análisis.
En octubre, España también afronta una nueva ronda de negociaciones con Bruselas. El gran riesgo es la suspensión de los fondos estructurales de la Unión Europea, que valen alrededor de un 1% del PIB. Pero dado el modo anti-austeridad que prevalece ahora en Europa, y la situación política, en HSBC no creen que la Comisión Europea sea demasiado dura. “Sin embargo, una vez que haya un gobierno, Bruselas querrá ver más progresos en la reducción de déficit”, añade.