La Fundación de Estudios Financieros (FEF), que preside Jorge Yzaguirre, ha presentado el Documento de Trabajo El cambio del modelo de negocio de la banca, que es fruto del foro de debate con expertos de este sector realizado recientemente. En el acto en Madrid participaron José María Roldán, presidente de la AEB, José Manuel González Páramo, consejero ejecutivo de BBVA, y los economistas Fernando Fernández Méndez de Andés y Santiago Carbó-Valverde.
El informe recoge el debate en torno a cuatro temas importantes para el sector: la nueva regulación sobre la banca; la competencia de los nuevos operadores digitales; cómo elevar la rentabilidad bancaria en España y el crecimiento del crédito.
El documento recoge la opinión de expertos sobre el estado actual del sistema bancario europeo y en él se incluye una serie de conclusiones y recomendaciones con el afán de contribuir a mejorar la situación del sector. El estudio ha sido coordinado por Ana Rubio González de BBVA Research y ha contado con la colaboración de varios especialistas en diferentes disciplinas, económicas y jurídicas, procedentes del ámbito académico, empresarial y profesional.
Cambio radical
En el foro de debate se analizaron los cambios radicales que está experimentando el entorno en el que operan los sistemas financieros. Estos se encaminan hacia un mundo regulado más estrictamente y cuyas normas se implementan de manera heterogénea. Si bien las nuevas normas eran necesarias para aumentar la resistencia del sistema, mientras no se terminen las reformas existirá una incertidumbre que es perniciosa para el negocio bancario.
Al mismo tiempo, surgen nuevos competidores provenientes de la economía digital, de los que puede aprenderse mucho en términos de agilidad y transparencia. Hasta ahora, la regulación ha actuado como una barrera de entrada sobre ciertos negocios bancarios, pero no está claro que esto vaya a continuar. El sector debe adaptarse a esta realidad inexorable que viene impulsada por cambios de la demanda, y un planteamiento lógico sería la compra o las alianzas con estos nuevos operadores.
Si bien la competencia de los nuevos operadores digitales es beneficiosa y ayudará a potenciar el crecimiento económico, es importante que todos los operadores operen con las mismas reglas de juego. Asimismo, es vital que a mismo producto o servicio y al mismo riesgo, corresponda la misma regulación. Por tanto, no debería haber un cuerpo normativo diferente para las fintechs, sino que éstas deberían estar sometidas a la regulación de los diferentes productos de todos los operadores activos en ese mercado. Lo que está claro, según el estudio, es que el avance de la banca digital es imparable, y que las entidades que mejor se adapten a este nuevo marco serán las que estén en una mejor posición de cara al futuro.
Rentabilidad en decadencia
Por otra parte, la rentabilidad bancaria está en niveles muy deprimidos, y es difícil que vuelva a los entornos de antes de la crisis. Las entidades tienen varias opciones para intentar mitigar estas tendencias, entre las que destacan el recorte de costes, el abandono de guerras de precios en algunos productos, el fomento del cobro de comisiones o la consolidación, primero a nivel nacional y luego internacional.
Además, es fundamental que se culmine el proceso de desapalancamiento que se inició con la crisis, y en el que ya se ha avanzado de forma importante. Las nuevas operaciones de crédito están recuperando el tono, aunque previsiblemente se quedarán a gran distancia de los niveles que se registraron antes de la crisis. El modelo de crecimiento a base de la expansión del balance que caracterizó a la banca española en el pasado es difícil que se repita, por lo que la clave ahora está en hacer un uso más eficiente del capital disponible, dice el estudio.
Dicho esto, hay espacio para el optimismo sobre el sistema financiero español, que previsiblemente se recuperará en línea con lo que ocurra con la economía. Para ello será fundamental que se elimine el exceso de capacidad del sistema, lo que ayudará a dejar atrás las prácticas predatorias y guerras de precios que son incompatibles con los objetivos de rentabilidad a largo plazo. Además, la entrada de nuevos competidores digitales, posiblemente internacionales, dará lugar a una mayor consolidación a nivel europeo.
En este nuevo entorno, ¿quiénes serán los supervivientes? Posiblemente las entidades que mejor se adapten y sean más fuertes, pero no necesariamente las más grandes. Y a este nuevo marco de juego se llegará vía fusiones y adquisiciones, pero no tanto por la quiebra de entidades significativas, dada la mayor resistencia del sistema que ha propiciado la reforma regulatoria.
A futuro, este nuevo marco de juego dará lugar a una banca más sólida, ágil y transparente, donde los operadores que permanezcan sean los más fuertes y los mejor preparados para servir a las demandas cambiantes de la clientela, apostilla el estudio.