El potencial de crecimiento de los beneficios empresariales en los mercados emergentes es significativamente mayor que en los mercados desarrollados. Así lo cree Daniel Morris, estratega senior de inversiones de BNP Paribas IP.
Morris se fija en los márgenes en EE.UU. y Japón, que están cerca de sus máximos históricos y empiezan a caer, mientras que en Europa se sitúan en niveles medios. En los mercados emergentes, dice, se da el caso contrario. Los márgenes están en mínimos históricos y empiezan a aumentar (véase el gráfico 1).
Así que, el gestor argumenta que incluso aunque no haya ningún aumento en el crecimiento de los ingresos, las empresas de los mercados emergentes pueden generar mayores beneficios simplemente volviendo a niveles normales de productividad. “Este potencial se está viendo reflejado en las expectativas de beneficios que en la actualidad están aumentando más rápido en las empresas de los mercados emergentes que en las de los mercados desarrollados”, explica.
Gráfico 1: Las previsiones para los márgenes netos en los mercados emergentes y desarrollados nos indican que el potencial de crecimiento de los beneficios es mayor en las economías emergentes que en los mercados desarrollados
El estratega de BNP Paribas IP también cree que las valoraciones apoyan el caso de los mercados emergentes. Tanto las valoraciones relativas del PER como del P/B cotizan por debajo de sus promedios históricos. Gran parte de las ganancias de los últimos meses se debe a la recuperación de los precios del petróleo y de las materias primas y la reciente debilidad en ambas podría traducirse, a su vez, en otra recesión.
De hecho, la gestora estima que los precios de las materias primas se estabilizarán cerca de sus niveles actuales, lo que debería reducir al mínimo las perturbaciones que provocan la volatilidad de los precios en todas las economías de los mercados emergentes. La recuperación de los beneficios se está ampliando de manera crucial más allá de los sectores de materias primas, y alcanza sobre todo al sector de consumo discrecional y al de la tecnología. Por último, apunta Morris, el crecimiento en China parece haberse estabilizado, e incluso mejorado. Los últimos datos del PMI de servicios y fabricación se sitúan por encima de 50.
Por supuesto, todavía hay riesgos que amenazan las bolsas de los mercados emergentes. Si la Fed sube los tipos de interés más pronto de lo que los mercados esperan, se producirá una subida del dólar que provocará aún más salidas de capital de los mercados emergentes y agravarán los problemas de las empresas que tienen su deuda en dólares.
Además, el riesgo político está siempre presente. Pero la combinación de divisas más estables y el aumento de los precios de las materias primas, así como los bajos márgenes y valoraciones, argumentan a favor de realizar mayores asignaciones, sobre todo en sectores sensibles a la demanda interna, en contraposición a los sectores de exportación.
Gráfico 2: Análisis de los diferenciales de deuda de los mercados emergentes por diferentes categorías
“La búsqueda de rendimiento está impulsando cada vez más a los inversores hacia los mercados emergentes, donde la atracción de los diferenciales de 300 puntos básicos-650 puntos básicos sobre los bonos de Estados Unidos es obvia. La parte más atractiva del mercado es la deuda soberana denominada en dólares, donde los diferenciales están en el extremo superior del rango visto durante la era del QE, aunque todavía están muy por debajo de los máximos anteriores (ver Anexo 2)”, afirma el gestor de BNP Paribas.
Mejores perspectivas para las bolsas emergentes
El repunte significativo en la rentabilidad de la deuda pública de mercados emergentes en moneda local en comparación con los valores del Tesoro de Estados Unidos significa que los emergentes siguen siendo, justificadamente, un activo atractivo para los inversores.
La rentabilidad esperada de los activos que cotizan en las bolsas sigue siendo baja y a los inversores solo les queda elegir entre las mejores opciones que pueden encontrar entre un conjunto no particularmente atractivo de opciones. Pero Morris sostiene que las acciones deberían recuperar la compostura frente a la renta fija en lo que resta del año, a pesar de que las caídas ocurren inevitablemente y de que habrá períodos de bajo rendimiento, del que se recuperará rápidamente.
“Dado que los bancos persisten en sus programas de compra de bonos, el income seguirá siendo un factor determinante en las decisiones de los inversores. Las acciones de mayor rentabilidad deberían verse apoyadas por una sólida demanda, pero los inversores deben considerar si la ventaja marginal que obtiene compensa la prima que pagan. En nuestra opinión, podrían mirar a los sectores y mercados con un escenario de crecimiento más prometedor, desde la tecnología a los mercados emergentes, que pagarán «dividendos» a medio plazo”, explica el gestor en el blog de la firma.
Para Morris, con el crecimiento económico en general estable, es poco probable que veamos un incremento en los diferenciales de crédito, lo que hace atractiva la deuda high yield y la de los mercados emergentes. “Entre las opciones investment grade, la deuda de Estados Unidos y de Asia se vea más interesante que la de Europa. Debido al programa de compra de bonos del BCE, los rendimientos de la deuda corporativa en Europa están más de 200 puntos básicos por debajo de los de EE.UU”, concluye el gestor de BNP Paribas IP.