En lo que va de año, la gestora española EDM ha logrado situar casi toda su gama de fondos (quitando el EDM Strategy) en territorio positivo y con rentabilidades muy atractivas (ver cuadro). Pero esto no quiere decir que los mercados sean fáciles… los inversores afrontan algunos riesgos importantes, como la reversión de los tipos de interés a niveles más normalizados, algo que, antes o después, “será inevitable”.
En un reciente comentario de mercado, los expertos de la gestora EDM hacen balance de lo ocurrido en los últimos meses, en gran parte cosas positivas. “Tras el Brexit, una ola de temores se abatió sobre la economía europea. Tales temores han resultado infundados, al menos de momento. El PMI para la zona europea, un indicador históricamente fiable, se ha mantenido cómodamente por encima del nivel de 50, lo que augura la continuidad de la expansión. En los EE.UU., el debate sobre la política monetaria y la decisión de la Fed sobre una eventual subida de los tipos de interés, tiende a ignorar que la expansión económica, aunque no excepcional, prosigue”, comentan.
En España, el dato de crecimiento del tercer trimestre de este 2016 (+0,8%) supera las previsiones iniciales a pesar de la parálisis política o, quizás como afirman algunos cínicos, gracias a ella. En Latinoamérica, una vez finalizados los Juegos Olímpicos de Río, todo parece girar sobre el efecto de una potencial subida de los tipos de interés en EE.UU. , explican.
Además, “no hay que olvidar que el precio del petróleo va lentamente estabilizándose alentado por noticias no confirmadas de una posible política coordinada de contención de la producción”.
Por eso, aunque muchos inversores tienden a salir del mercado durante el verano, periodo en el que con menor liquidez pueden darse movimientos de mayor volatilidad (si bien agosto ha sido bastante tranquilo), en EDM optan por ser fieles a su estilo de inversión basado en los fundamentales.
Sin embargo, los expertos ven un riesgo inminente en la renta fija: “La política monetaria expansiva, especialmente en Europa, provoca que los rendimientos de los bonos de calidad (IG) se hallen en mínimos históricos. La pregunta es hasta cuándo”, dicen desde la gestora.
Además, en el segmento de menor calidad crediticia (high yield) la progresiva estabilización del precio del petróleo ha impulsado la recuperación de precios que, desde el mínimo de febrero, ha sido espectacular.
Por eso, a 31 agosto, tanto los mercados bursátiles como los de bonos soberanos se hallan en máximos, sobre todo en los EE.UU. Y dado que sus precios tienen correlación negativa, en la gestora se preguntan cuál de ellos tiene razón. Y la respuesta es que hay peligro en renta fija: “Los bajísimos niveles de los rendimientos de los bonos soberanos son una anomalía que históricamente ha anunciado una depresión cuyos síntomas, en cambio, son hoy inexistentes. Más bien reflejan la herencia envenenada de la crisis financiera cuyos efectos devastadores aun no han desaparecido. Pero una reversión a niveles más normales es hoy por hoy el mayor riesgo de los mercados financieros. Y, antes o después, será inevitable”.
En bolsa también hay que ser cautos, dicen. “Desde un punto de vista más fundamental, que es lo único a lo que aferrarse en este entorno desequilibrado, la publicación de resultados del primer semestre del año 2016 ha sido correcta pero, con indicaciones de cautela por parte de algunos dirigentes empresariales. Cuando estas indicaciones han sido interpretadas negativamente por los analistas, el castigo aunque temporal y exagerado, ha sido automático y puntualmente virulento. La razón de ello es que la valoración de las acciones de muchas empresas siendo defendible, en términos de negocio (valoración absoluta) y en relación a los bonos (valoración relativa), es vulnerable a cualquier cambio de sentimiento, al situarse en la media histórica para las carteras de EDM y, por encima de ella, para el conjunto del mercado”.
En la gestora recuerdan que su política consiste en perfeccionar todavía más el conocimiento de los negocios en que invierten y controlar su valoración. “Intentar anticipar los movimientos a corto plazo del mercado es tarea imposible”, apostillan.