En su análisis semanal de los mercado, NN Investment Partners reflexiona sobre el alcance real de las medidas de los bancos centrales. “Cada vez estamos más cerca de quedarnos sin herramientas en la política monetaria y, al mismo tiempo, los efectos sobre la economía de los estímulos adicionales están disminuyendo. Por tanto, las decisiones de los responsables de formular políticas distintas de las monetarias en Europa van a ser mucho más importantes a partir de ahora”, creen los expertos de la firma.
En este sentido, dicen, las autoridades tienen trabajo que hacer en Italia. Años de bajo crecimiento y un entorno de tipos de interés desfavorable han hecho mella en el sector bancario italiano. Los bancos están agobiados por una carga de 360.000 millones de euros en créditos morosos –equivalente al 20% del PIB de Italia– y sólo el 45% de esta cantidad está provisionada.
Muchos países europeos han recapitalizado sus bancos en los últimos años, salvo Italia. Sin embargo, la nueva legislación de la UE estipula desde enero que debe cancelarse el 8% de los pasivos de un banco antes de que éste pueda recibir algún apoyo financiero de los contribuyentes, lo que coloca a los inversores privados en una penosa situación de pérdidas forzadas, también conocidas como bail‐ ins (recapitalizaciones internas).
“Con esta legislación, quienes formulan las políticas quieren evitar una repetición del episodio vivido durante la crisis financiera de 2008, en que se inyectaron a los bancos 1,6 billones de euros de ayudas financieras de los contribuyentes. Sin embargo, para Italia, esta recapitalización del sector privado es muy problemática, ya que tendrá un importante impacto en los hogares italianos, que han invertido alrededor de 200.000 millones de euros en bonos bancarios. Por consiguiente, una recapitalización interna del sector privado aumentaría, en gran medida, la probabilidad de que los italianos rechacen las reformas constitucionales del primer ministro, Matteo Renzi, en el referéndum de octubre”, explica NN IP en su análisis.
El gobierno puede recapitalizar
Por otra parte, recuerda la gestora, también existe el riesgo de que un bail‐in italiano se contagie a otros sistemas bancarios periféricos, y más aún debido a que la parálisis política también está presente en países como España y Portugal. Tales procesos pueden ser muy perjudiciales y presentar una naturaleza tal que contribuya a su cumplimiento. Pero la legislación incorpora, de hecho, la flexibilidad necesaria para permitir que el Gobierno italiano recapitalice su sistema bancario, siempre y cuando sea una medida temporal y si hay un riesgo sistémico involucrado, que básicamente es el caso en estos momentos.
“Por consiguiente, esperamos que los resultados de las pruebas de estrés, que se publicaron el 29 de julio, sean utilizados como un acicate para que la clase política exima del requisito de recapitalización interna. A cambio, probablemente Renzi tendrá que hacer algunas promesas serias en relación con la reforma y concentración del sector bancario. La cantidad necesaria de recapitalización se estima en torno al 2% del PIB italiano, una cifra perfectamente manejable por Italia, dado el bajo nivel actual de rendimientos de su deuda soberana”, concluye NN IP.