Después de un registro más positivo en 2015, en el primer semestre de 2016 el sentimiento de los estadounidenses hacia su seguridad financiera se ha estancado, según el Country Financial Security Index. A mediados de 2015 el índice subía 2,1 puntos hasta situarse en 66,9, el punto más alto desde la crisis de 2008. Sin embargo, esa marca se ha visto reducida a 66,7 en la medición realizada recientemente.
Además de la visión general, el índice también muestra las diferencias entre los sentimientos de hombres y mujeres y pone en evidencia que aunque el 51% de los estadounidenses dice que su seguridad financiera no está sufriendo alteraciones, los hombres son más tendentes a opinar que sus circunstancias están mejorando que las mujeres.
Así, la puntuación arrojada por las respuestas de las mujeres sitúa el sentimiento en punto 65,1 del índice, cerca de sus mínimo histórico y el estudio revela que hasta el 76% de las mujeres no cree que las cosas estén mejorando. Además, las mujeres tienen mayor tendencia a creer que su situación financiera global sigue en el mismo punto que los hombres.
Los hombres están tomando medidas que mejoran sus seguridad financiera a corto plazo, lo que facilita que vean cierta mejora en la situación general: tienen mayor tendencia a reservar parte del dinero para ahorros e inversiones y confían más que las mujeres en su capacidad para pagar las deudas.
Por lo que respecta a su panorama financiero a largo plazo, la visión de las mujeres se vuelve más negativa. Con el incremento de los costes que supone la educación superior y la mayor longevidad en Estados Unidos, las mujeres no están seguras de su capacidad para poder cubrir todos los gastos: en general tienen menos confianza que los hombres en poder soportar los costes de la universidad de su hijos y en su capacidad de poder asegurarse un retiro cómodo.