Los mercados de todo el mundo tuvieron un comienzo de año complicado. Los inversores tenían que asimilar las consecuencias de la ralentización china, los elevados niveles de deuda y las presiones deflacionistas en todo el mundo desarrollado, así como el “temor al crecimiento” en Estados Unidos. No obstante, se prevé que la economía global se mantenga en la senda del crecimiento, aunque a un ritmo muy reducido.
De cara a la segunda mitad del 2016, lo más probable es que la volatilidad continúe siendo elevada. ¿Seguirá creciendo la economía estadounidense? ¿Se mantendrá el consumo en China, a pesar de la ralentización de la segunda economía del mundo? ¿Se ha estabilizado el dólar, favoreciendo así a los inversores globales? Pueden surgir oportunidades para aquellos inversores activos y disciplinados que sean capaces de trascender la situación macroeconómica a corto plazo y apostar por empresas concretas con buenas perspectivas.
A pesar de la incertidumbre, la economía mundial continúa en la senda del lento crecimiento
La perspectiva de la economía mundial es de todo menos clara. Pero a pesar de la difícil situación que atravesaron los mercados a principios de 2016, la tendencia no ha cambiado: un crecimiento muy lento y una inflación entre baja e imperceptible.
Las perspectivas varían de forma considerable entre los distintos países y regiones. Si se presta atencion a lo ocurrido en las dos mayores economías del mundo, Estados Unidos y China, se pueden observar distintos comportamientos. Estados Unidos sigue mostrando firmeza: el consumo está en plena forma y aparecen oportunidades en el sector industrial y en el de la vivienda. Por el contrario, el proceso de transición de la economía china hacia un crecimiento más orientado hacia el consumo está siendo arduo. Aunque ha disminuido el riesgo de que China pueda arrastrar a la recesión a la economía global, se prevé una mayor ralentización de su economía y nuevos episodios de inestabilidad en los próximos meses.
“Nos encontramos en un momento bastante insólito. Estamos presenciando situaciones que muchos de nosotros nunca habríamos imaginado, como el hecho de que Japón esté experimentando con tipos de interés negativos. Los mercados emergentes se han enfrentado a un periodo complicado y muchos inversores los han dejado de lado. Pero podemos estar ante un catalizador del cambio, y puede que algunos mercados comiencen ahora una nueva etapa. A pesar de toda la incertidumbre a nivel macroeconómico, creo que existen numerosas oportunidades interesantes a nivel de empresa.” Carl Kawaja, gestor para Capital Group.
En Europa y Japón, la política expansiva de los bancos centrales ha avanzado por terrenos inexplorados, lo que ha ralentizado el crecimiento. Por otro lado, los políticos de muchos países desarrollados han adoptado un cierto tono proteccionista.
Entre las economías emergentes, sigue destacando la India. La situación parece estar mejorando algo en Brasil, cuya presidenta se enfrenta a un proceso de destitución por corrupción, y en Rusia, que se está adaptando a los bajos precios del petróleo.
Estados Unidos continúa marcando el ritmo de la economía mundial
La Gran Recesión obligó a muchos estadounidenses a retrasar su sueño de adquirir una vivienda, o incluso de independizarse. Pero eso está cambiando. En 2015, se crearon 1,3 millones de hogares en Estados Unidos, continuando así una tendencia al alza que comenzó el año 2014. Es posible que la formación de hogares, como lo llaman los demógrafos, haya alcanzado un punto de inflexión. Este hecho podría resultar importante. Cada año se construyen numerosas viviendas para satisfacer el aumento de la demanda. En 2015 se construyeron 710.000 nuevas viviendas, cifra muy inferior al número de hogares creados y a la media potencial para un aumento significativo en la construcción de vivienda residencial. De hecho, y en parte gracias al sector de la vivienda, el sector industrial empieza a mostrar una mayor fortaleza. A finales del primer trimestre, el índice manufacturero del Institute for Supply Management señaló un aumento de la actividad del 61% en los 18 sectores que incluye.
El sector de la vivienda puede generar actividad y empleo no solo en el sector de la construcción, sino también en una amplia variedad de industrias, como empresas financieras y fabricantes de bienes duraderos. Entre las empresas que pueden beneficiarse de este impulso están Wells Fargo, Newell Rubbermaid, Inc., Waste Management, Inc., The Home Depot, Whirlpool Corporation y los fabricantes de camionetas, cuyas ventas están muy correlacionadas con la construcción de viviendas.
La ralentización del crecimiento coloca a la economía china en un punto de inflexión
No es ningún secreto que se cierne un negro panorama sobre la economía china. El gobierno debe hacer frente a un importante exceso de capacidad de producción, al exceso de inventario del mercado inmobiliario y a las deudas incobrables de los balances bancarios. En este largo y difícil proceso de transición hacia una economía más orientada al consumo, Capital Group ve una señal de esperanza: el sector servicios representa ya más de la mitad del producto interior bruto del país, después de superar a la construcción, la fabricación y la agricultura.
Después de años de enorme crecimiento, China está en un momento crucial, y el gobierno se ha comprometido a mantener el crecimiento a un ritmo constante, aunque más lento. Recientemente, las autoridades han intentado estimular el crecimiento facilitando la adquisición de viviendas y la concesión de préstamos y financiando nuevos proyectos de infraestructuras. Parece que estas medidas están contribuyendo a sostener la economía. El crecimiento del PIB chino durante el primer trimestre ha sido del 6,7%, en línea con el plan del gobierno de hacer crecer la economía entre un 6,5% y un 7% a largo plazo.
A pesar del débil crecimiento de los ingresos familiares, el consumo chino sigue mostrando una cierta fortaleza. Así, Alibaba, Ctrip y Tencent registran un fuerte crecimiento de sus ventas, ya que los consumidores acuden a internet para acceder a una gran variedad de productos y servicios. Aunque la ralentización del crecimiento puede reducir el consumo, surgirán oportunidades para los inversores a largo plazo, especialmente en áreas como el comercio electrónico, el turismo y la sanidad.
“En mi opinión, el PIB chino se situará entre el 3% y el 4% este año, aunque las cifras oficiales lo sitúan por encima del 6%. China se enfrenta a retos importantes, pero creo que podrá evitar una caída brusca de su economía. Yo creo que China irá resolviendo sus problemas de forma gradual y que su economía se va a recuperar. Sería razonable pensar que, hasta 2025, la economía china crecerá a una tasa media anual de entre el 5% y el 6%.” Stephen Green, economista.