A medida que el polvo del Brexit se asienta, Paul DeNoon, director de deuda de los mercados emergentes de AB, Scott DiMaggio, director de renta fija global y renta fija canadiense, y Gershon Distenfeld, director de deuda HY e Investment Grade en AB, ofrecen en el último post de la firma tres razones por las que no hay que deshacer posiciones en la cartera de bonos.
1. Calma y orden en los mercados. ¿Una crisis? Estamos lejos de eso, creen los gestores de AB. Dejando a un lado la agitación política en Reino Unido, la mayor parte de los participantes del mercado están manteniendo la cabeza fría. De hecho, los mercados se han comportado notablemente bien. Y cuánto más nos alejamos del centro de la tormenta, menor es la disrupción. Por ejemplo, explica AB, el mercado de deuda municipal de Estados Unidos permaneció completamente imperturbable a los acontecimientos.
Reino Unido y los países más próximos a él ha sufrido el estrés. Los activos de mayor riesgo, incluyendo la deuda high yield europea cayeron brevemente precio debido a las correlaciones con la renta variable. Curiosamente, sin embargo, los gestores de la firma no detectaron ninguna venta forzada cuando los precios cayeron.
“¿Qué vimos en lugar de eso? Compradores. Como resultado, los bonos de mayor rendimiento fuera de Europa se han mantenido muy bien. Incluso la deuda de los mercados emergentes ha resistido bien la situación y eso es en parte porque aunque el barril de petróleo ha caído un 4,5% en respuesta a Brexit, otras materias primas como el cobre están subiendo”, explicanDeNoon, DiMaggio y Distenfeld.
Los marcados de capitales ya parecen haberse estabilizado.
Los tres gestores recuerdan que hay razones claves de por qué, a pesar de la incertidumbre y el drama político, el impacto ha sido limitado, en lugar de alimentar un efecto contagio como sucedió en 2008. El sistema bancario mundial está en mucho mejor forma ahora que entonces, gracias a una mayor regulación, y el mercado de derivados ha sido limpiado también. Todo esto, junto con las políticas monetarias de los bancos centrales, está dando confianza a los inversores en el sistema financiero.
2. El crédito ama el dicho ‘más bajos por más tiempo’. ¿Cuánto tiempo puede durar esto?, se preguntan los expertos de AB. Reino Unido debe solicitar la aplicación del artículo 50 para iniciar la salida de la UE. A partir de entonces, el proceso llevará otros dos años que, sin embargo, podría extenderse.
En la medida en que Brexit cree incertidumbre en económica y financiera durante un período prolongado, es probable que la Reserva Federal y otros bancos centrales distantes del epicentro del problema sigan con sus políticas acomodaticia durante más tiempo.
“Y no se equivoque”, advierten DeNoon, DiMaggio y Distenfeld, “habrá una respuesta de los bancos centrales de todo el mundo, una que creemos que será suficiente para compensar el impacto del menor crecimiento en el Reino Unido. Pero eso no es una mala noticia para los inversores”.
3. Deje algo en la retaguardia. Durante los momentos de tensión en los mercados, los inversores que han mantenido en efectivo pueden encontrar valores a precios atractivos antes de que reboten.
En los últimos días, las oportunidades surgieron en valores respaldados por hipotecas comerciales y el sector financiero. Los inversores con enfoques de aversión al riesgo como para asumir nuevas posiciones durante ese tiempo, habrían tenido que deshacer posiciones a precios bajos para comprar otros nuevos, y por esa razón se perdieron el rebote.
Aquellos que invierten en bonos globales como estratégica para compensar los activos de riesgo también llegaron al referéndum del Brexit cubiertos en el riesgo divisa y se mantendrán de esa manera. Durante la huida hacia valores refugio, las divisas cercanas al epicentro de la tormenta evolucionaron mal, pero el dólar estadounidense, el yen y el franco suizo lo hicieron bien. Como resultado, incluso las posiciones en deuda británica tuvieron un buen desempeño en las carteras cubiertas en dólares estadounidenses.
Para los expertos de AB, no hay duda de que los mercados de bonos globales experimentaron movimientos exagerados de precios tras el referéndum, sobre todo en el Reino Unido y el resto de Europa y por eso, siguen vigilando de cerca la situación. Pero recalcan que no han observado estrés en los mercados de financiación a corto plazo, ventas forzadas por las estrategias de riesgo de paridad o salidas en pánico de los inversores. Todo lo contrario, dicen.
“Los inversores mantienen deuda core o carteras high-income por razones específicas que tienen sentido. Mientras las carteras de bonos mantengan la liquidez adecuada frente a la volatilidad de los mercados, la ‘experiencia ‘Brexit’ demuestra que merece la pena mantener a bordo la renta fija”, concluyen.