Con el primer semestre de 2016 demostrando ser una montaña rusa para los mercados, y con el referéndum británico sobre la pertenencia a la UE a tres días de celebrarse, Luke Newman, gestor del Henderson Gartmore UK Absolute Return Fund, está seguro de que la sed de ingresos de los inversores no va a saciarse en el futuro previsible y apuesta por acciones capaces de hacer crecer el dividendo.
¿Cuál es su estrategia para antes y después del referéndum sobre la permanencia en la UE del 23 de junio?
Se trata de un acontecimiento de enorme riesgo para la economía y para los mercados de valores pero, como gestor de fondos dentro de esta estrategia, creo que ofrece oportunidades y las hemos analizado. Ahora parece que estamos entrando en la “fase del pánico”, y los próximos días serán probablemente una montaña rusa para muchas áreas del mercado.
Las operaciones que han tenido éxito este año han girado principalmente en torno a la debilidad de la libra esterlina. En el lado corto hemos intentado identificar empresas cotizadas en Reino Unido que se aprovisionen con libras en el extranjero ya que, en cuanto venzan sus contratos de cobertura de divisas, sus costes de cambio se dispararán; algo que el mercado tiende a pasar por alto a corto plazo.
Esto también ha tenido un impacto en el lado largo. La razón principal por la que el mercado británico se ha mantenido mejor de lo esperado este año, además del gran número de empresas energéticas y petroleras y mineras que han resurgido, ha sido la conversión mecánica y el efecto transaccional de una libra débil. Muchas empresas cotizadas en Londres obtienen la mayor parte de su facturación en el extranjero, y la repatriación de los ingresos a la libra esterlina ha generado un gran impulso a sus ingresos netos.
Teniendo en cuenta su crecimiento en activos, ¿cómo se están enfrentando a la liquidez en los mercados volátiles, sobre todo desde el punto de vista táctico?
La estrategia ha seguido creciendo, con activos circulantes bajo gestión, por encima de los 5.000 millones de libras. Abordamos la liquidez de dos maneras: en primer lugar, vigilando el número de días de negociación para liquidar el 80% de la estrategia si fuera preciso, asumiendo el 20% del volumen diario promedio. Estamos actualmente cinco días por debajo en esa métrica – increíblemente líquidos gracias a nuestro sesgo a favor de las empresas de gran y enorme capitalización.
En segundo lugar, creo que la aplicación más real es la que estamos viendo “en las pantallas” a diario. ¿Podemos aún responder al flujo de noticias y a la volatilidad siguiendo el planteamiento táctico? La evidencia empírica dice que sí podemos. El año pasado, hubo períodos en que tuvimos que defender unas modestas pérdidas para nuestros inversores, sin embargo, tuvimos pocas dificultades para revertir las posiciones tácticas, iniciar nuevas operaciones y volver a sacar la cabeza del agua.
Una evolución útil en los últimos años ha sido la capacidad de negociar a través de redes de intermediación, es decir, operar directamente con otros gestores de activos a coste marginal. Esto no sólo reduce los costes de negociación, sino que también nos procura una nueva veta de liquidez.
Este crecimiento en los activos, ¿afecta a su capacidad para aumentar la exposición bruta y/o el perfil de rentabilidad de la estrategia?
La exposición bruta (la suma de nuestras posiciones largas más nuestras posiciones cortas) es el indicador del que probablemente menos se habla entre nuestro grupo de pares y, sin embargo, creo que eso realmente no concuerda con su importancia. Resulta clave para nuestra capacidad de ofrecer un rendimiento absoluto de manera consistente y estable, sin oscilaciones bruscas en la volatilidad. Es una decisión muy activa dentro de la estrategia. Desde la crisis financiera global hemos venido experimentando un período prolongado de volatilidad en el mercado y ha resultado que, en los mercados más volátiles, los tamaños de la posición (y, por tanto, la exposición bruta) han sido inferiores.
Si Reino Unido vota a favor de permanecer en la UE, conseguimos un poco de visibilidad en el ritmo del ciclo de los tipos de interés estadounidenses, y nos hacemos con una idea clara acerca de la respuesta china a ese ciclo de tipos, podríamos volver a entrar en un mundo de menor volatilidad, como el de 2005-2006. Nuestra exposición bruta entonces subirá necesariamente, y disponemos de liquidez para hacerlo.
¿Hay planes de cierre suave de la estrategia?
Actualmente no tenemos planes de cierre suave de la estrategia, sin embargo, es algo que estudiamos muy de cerca. Los activos son más grandes de lo que eran, pero aún estamos invirtiendo en las mismas áreas líquidas del mercado y ofreciendo sólidos rendimientos anualizados. El rendimiento nunca va en línea recta, pero tenemos la suficiente confianza como para apuntar al mismo objetivo de rentabilidad que siempre hemos tenido.
¿Cómo describiría el año hasta la fecha?
Los mercados han sido muy volátiles, y lo que llevamos de 2016 continúa de la misma manera que acabó 2015. Ha habido mucho de lo que preocuparse, pero sigue siendo un buen entorno para la selección de valores con la continua dispersión entre títulos y sectores individuales. Esto permite que una estrategia de largo/corto como la nuestra destile esa volatilidad en un flujo constante de rentabilidad absoluta para nuestros inversores.
Los títulos centrados en el petróleo, los recursos y los mercados emergentes son los “culpables” de la volatilidad. Sin embargo, nuestro planteamiento táctico nos ha permitido mantenernos flexibles en torno a los movimientos en las divisas y los precios de los productos básicos subyacentes. Entramos en el nuevo año ligeramente cortos en los títulos expuestos a estos factores, pero tomamos medidas rápidamente para cubrirlos una vez que vimos que las curvas de rendimiento empezaban a aplanarse de nuevo.
¿Cuáles son sus temas actuales de inversión?
Dentro del planteamiento esencial seguimos manteniendo posiciones largas en aquellas empresas que han demostrado ser capaces de hacer crecer sus dividendos. El crecimiento de los dividendos es probablemente la característica clave a la hora de identificar situaciones de compra y retención y no creemos que la sed de ingresos de los inversores vaya a saciarse en el futuro previsible.
Esto no quiere decir que no hayamos estado activos a la hora de escalar estas posiciones al alza y a la baja. Dentro del ámbito de las posiciones cortas, nuestra atención se centra en empresas sobre-apalancadas y que pagan salarios bajos. La legislación del salario mínimo ha llevado a una reevaluación en una serie de sectores que han disfrutado hasta hace poco de una mínima inflación salarial. Los sectores del comercio minorista, hostelería, ocio y externalización experimentarán probablemente un aumento en sus costes laborales, mientras que la baja inflación significa que no es probable que sus ingresos mantengan el ritmo. Tenemos una serie de posiciones cortas de “consumición lenta” en estas empresas.
¿Dónde están encontrando oportunidades fuera del Reino Unido?
La capacidad de invertir hasta el 20% de los activos de la estrategia en el extranjero, nos ha dado otra herramienta para responder a los cambios macro en un mercado de rápido movimiento, lo cual ha demostrado ser rentable. Sólo entramos en las áreas de empresas de enorme capitalización de los índices Euro Stoxx 50 y S&P500. Dado que estamos cómodos con los niveles de liquidez, esto no actúa como una “válvula de presión”, sino que simplemente permite un universo más amplio dentro del cual operar. La mejor manera de juzgar nuestro rendimiento está en la métrica “bang for buck”, es decir, la rentabilidad por unidad de capital invertido. Sobre esa base, las posiciones cortas fuera de Reino Unido han sido tan eficaces como las posiciones cortas en el Reino Unido (y a veces más), ayudando a nuestro rendimiento durante períodos de aversión al riesgo.
El temor a la salida de Grecia de la UE el año pasado, y también la devaluación del renminbi en agosto, ofrecieron dos grandes oportunidades. En particular, los exportadores en euros a China en el sector de automoción y el lujo. Cuando se produjo la recuperación del euro, esto puso presión sobre los exportadores como Daimler, BMW y LVMH. La capacidad de nuestra cartera de negociación táctica para operar fuera del Reino Unido y para tomar rápidamente posiciones cortas nos permitió generar un fuerte rendimiento durante estas liquidaciones.