En una reciente intervención, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, elogió ampliamente las reformas estructurales llevada a cabo por la India y su papel como motor clave de crecimiento en Asia.
La India, dijo, ha “elevado la eficiencia de los mercados de productos, fomentando la inversión privada y mejorando las infraestructuras”. Junto con esto, resaltó la importancia de los programas centrados en la innovación como Make-in-India y Digital India. “Dado que se llevarán a cabo aún más reformas, la estrella de la India brilla con fuerza”.
No en vano, el año pasado, la India superó a China como la economía de mayor crecimiento del mundo y para el próximo, se prevé un crecimiento de entre el 7% y el 7,75%, y a largo plazo se prevén crecimientos superiores, entre el 8% y el 10%.
Los expertos de Fidelity coinciden con esta idea y argumentan que los datos macro reflejan la estabilidad macroeconómica del país. “La India sigue siendo un mercado atractivo desde una óptica regional. Es uno de los grandes beneficiarios del descenso de las materias primas. Su tasa de crecimiento sigue siendo una de las más altas del mundo y durante los últimos tres años su déficit e inflación han descendido considerablemente”, explica Dhananjay Phadnis, gestor del FF South East Asia Fund.
En lo que se refiere a la inflación, la encuesta económica pronostica entre el 4,5% y el 5,0%. Esto supone alcanzar el objetivo de inflación del 5% en 2017 del banco central indio. Este buen dato ha llevado al banco central indio a afirmar que la política monetaria “podría relajarse” para impulsar la liquidez con más recortes de tipos.
Por todo esto, Phadnis recuerda que aunque las valoraciones a corto plazo son elevadas desde un punto de vista regional, están en consonancia con las medias históricas. “Se espera una recuperación en el ciclo de inversión empresarial que traerá consigo una recuperación de los ingresos de las empresas y una expansión de los márgenes, lo que tirará al alza de los beneficios. La complejidad y diversidad del país hacen que siga siendo un terreno fértil para generar alfa mediante la selección de valores”, dice.
Para el portfolio manager de Fidelity, la decisión del gobierno de Narendra Modi de atenerse a los objetivos de déficit público es un factor positivo. “Eso ayudará a la India a mantener su calificación crediticia y dejar margen para que el banco central recorte los tipos de interés. Algunas propuestas clave para modernizar el banco central modificando su marco jurídico, el nuevo código de quiebras y otras reformas en áreas como las infraestructuras, los subsidios y la agricultura son pasos en la dirección correcta. El gobierno parece comprometido con impulsar las reformas dirigidas a resolver algunos de los mayores problemas del país, como la simplificación del proceso de aprobación de inversiones, la reforma del sector eléctrico, la recapitalización de los bancos públicos y el impulso al desarrollo de las infraestructuras”, concluye.