Tanto Morningstar, como otros muchos investigadores académicos han subrayado desde hace tiempo la importancia de los costes y el peso que los «costes de transacción» tienen sobre la rentabilidad a largo plazo de los fondos de inversión.
Un reciente estudio realizado por Russel Kinnel, jefe del comité de calificación de Morningstar para América del Norte, demuestra, además, que los gastos tienen un papel predictivo con respecto al futuro comportamiento de los fondos. Esto no quiere decir que las comisiones deberían ser el único criterio para la selección de un fondo: representan uno de los componentes, aunque importante, dentro del análisis.
El estudio se centró en una muestra de fondos y ETF comercializados en Estados Unidos y ha analizado una variedad de medidas de rentabilidad (rentabilidad total, retorno ajustado con las comisiones de entrada, desviación estándar, «rentabilidad del inversor» y rating de los analistas de Morningstar).
En EE.UU., el primer quintil de los fondos más baratos (es decir el 20% de los fondos con menores gastos) registró una tasa de éxito (capacidad de sobrevivir y batir a su categoría) del 62 % contra el 48% para el segundo quintil, el 39% para el tercero, el 30 % para el cuarto y el 20% para el quintil inferior. Cuanto más barato sea el fondo, más alta será su posibilidad de batir al mercado. El estudio muestra que los fondos más baratos tienen tres veces más posibilidad de conseguirlo que los fondos más caros.
El análisis de Morningstar proporciona resultados similares independientemente de la clase de activos estudiada. También funciona cuando se estudian otras medidas de rentabilidad, tales como la «rentabilidad del inversor» o el retorno ajustado con las comisiones de entrada. Sin embargo, los costes son menos útiles cuando el comportamiento se estudia desde la óptica de la desviación estándar. Esto es, sin duda, debido a que los gastos y la volatilidad de un fondo no suelen estar correlacionados entre ellos.