Según el Global Housing Watch publicado por el Fondo Monetario Internacional, después de 16 trimestres de crecimiento, el índice global de precios de viviendas por fin da muestras de relajación. Pero todavía es muy pronto para decidir si ésta supone un cambio de tendencia. El hecho es que durante el último año son más los países en los que los precios de la vivienda ha subido que aquellos en los que ha bajado.
También se ha registrado un fuerte crecimiento del crédito en muchos países, aunque su correlación con la evolución positiva del precio de la vivienda es, en la actualidad, pequeño. Entre los países de la OECD, los precios de las viviendas han crecido más rápido que los ingresos y los alquileres desde 2010.
La caída de precios de las commodities no parecen haber afectado los precios de las viviendas pero está teniendo algunos efectos en algunas ciudades y países. Así, en Australia, el índice agregado de precios de viviendas ha subido, siguiendo un modelo fuerte pero volátil en los últimos 25 años, y ha disfrutado de un crecimiento resaltable desde 2013. Sin embargo, los precios en Perth –rodeado de las mayores industria petroleras y mineras y conocida por proveer de servicios a estas industrias- están en declive.
En Canadá, los precios en Calgary y Edmonton, dos grandes ciudades en la provincia -productora de energía- de Alberta, están cayendo mientras que los precios del resto del país mantiene su marcha hacia arriba.
La misma circunstancia se da en Noruega, donde los precios de las casas crecen si observamos el global de la nación, pero evolucionan en dirección contraria y de forma pronunciada en Stavanger, la llamada “capital del petróleo”.
En contraste con estos tres casos, los precios en ciudades dependientes del petróleo en Estados Unidos todavía no muestra el efecto del declive de los precios del crudo. Por ejemplo, los precios siguen aumentando en Bismarck (Dakota del Norte), Corpus Christi, Houston, Odessa (Texas) o en Oklahoma City y Tulsa (Oklahoma). Si embargo, el empleo ha iniciado su descenso en tres de ella (Corpus Christi, Houston, y Odessa, las tres tejanas), lo que podría empezar a suponer una presión a la baja en los precios del estado.
En China, también los precios de las provincias ricas en recursos todavía no muestran los efectos adversos de los bajos precios del petróleo. Así, donde más han variado al alza ha sido en Pekín y las ciudades costeras de Tianjin, Shanghai, Jiangsu, Zhejiang, Fujian, y Guangdong; en las que menos, en las interiores –más pobres en recursos- , como Hainan, Guangxi, Jilin, Jiangxi, Hubei, Hunan, Gansu, Qinghai, Ningxia, y Xinjiang; y en el punto medio se encuentran las ciudades de provincias ricas en recursos, como Anhui, Chongqing, Guizhou, Hebei, Heilongjiang, Henan, Liaoning, Shaanxi, Shandong, Shanxi, Sichuan, and Yunnan.