Los inversores españoles (tanto Millennials como mayores de 40 años) se han vuelto más conservadores en el último año debido a la volatilidad. Es una de las conclusiones del estudio de Legg Mason, que acaba de publicar la segunda parte del informe Global Investment Survey, la encuesta anual en la que participaron grandes patrimonios de 19 países diferentes (con activos invertibles superiores a 200.000 dólares). Tras la publicación de las principales conclusiones sobre los Millennials, presenta los resultados de los inversores de más edad (aquellos con edades entre los 40 y los 75 años) y los compara con los primeros.
Los resultados de la encuesta de Legg Mason desvelan el perfil del inversor español mayor de 40 años: al preguntarles sobre su tolerancia al riesgo, un 73% respondió que se consideraba “algo” o “muy” conservador, mientras que tan sólo el 27% se consideraba “algo” o “muy” agresivo. Además, siete de cada diez inversores encuestados creen que son ahora más conservadores que hace un año y más de un tercio (36%) afirmó que la volatilidad del mercado español es el motivo por el que se han vuelto más conservadores en sus inversiones financieras. “La volatilidad es el elemento que ha puesto a cada uno en su perfil. El perfil no puede estar en función de los mercados sino que debe ir en línea con las necesidades de los inversores”, explicaba Javier Mallo, responsable de ventas de Legg Mason para España y Portugal, en el marco de la presentación del estudio en Madrid. En comparación con el perfil de los más mayores, el 70% de los Millennials españoles se considera conservador y también dos de cada tres son ahora más cautos que hace un año, frente a un 7% que se considera muy agresivo.
No obstante, a pesar de expresar su aversión al riesgo abiertamente al definirse como inversores, en el caso de los mayores “la evolución de sus carteras muestra una tendencia hacia la búsqueda del equilibrio a la hora de asignar activos”, afirma Mallo. En este sentido, “de acuerdo con los resultados de la encuesta, el porcentaje asignado a activos líquidos, renta fija y activos inmobiliarios se ha reducido en comparación con el año pasado, mientras que las inversiones en renta variable e inversiones no tradicionales se han incrementado”. De hecho, estos inversores asignan un 27% de sus inversiones a renta variable, nueve puntos por encima de los Millennials, algo que en principio contrasta con el principio de que los más jóvenes deberían asignar más riesgo en sus carteras e ir ajustándolo según avanza la edad.
Además, el 64% de los inversores tiene posiciones fuera de España en sus carteras (aunque, de media, la ponderación de las inversiones extranjeras en su cartera tan solo asciende al 16%, cuatro puntos más que hace un año, pero todavía entre los menores en Europa)y un 55% dice que se centrará más en inversiones internacionales este año frente al 82% de los Millennials con posiciones del 15%, aunque el 73% dice que apostará más por este tipo de inversiones en 2016. EE.UU. (52%), Europa, excluyendo Reino Unido, (44%) y China (31%) son las regiones que presentan las mejores oportunidades de inversión para los inversores españoles mayores de 40 años en 2016, mientras que tres de los cuatro países BRIC están entre los que presentan un mayor riesgo para ellos: Rusia (49%), Brasil (47%) y China (38%). Para los Millennials, las oportunidades están en EE.UU., Europa y Japón, y los riesgos, en China, Rusia y Brasil. Y todos señalan la incertidumbre a escala mundial, el riesgo divisa, la falta de transparencia y el desconocimiento de las oportunidades como principales barreras para invertir fuera.
Altas expectativas
Además, los españoles mayores se encuentran además entre los inversores europeos con las expectativas más altas en cuanto a la rentabilidad de sus carteras, situada en un 7,4% de media y sólo superada por los suecos. Sin embargo, la rentabilidad obtenida durante 2015 fue del5,3%, lo que representa una brecha entre rentabilidades esperadas y obtenidas del 2,1%, la más amplia entre los inversores europeos. Los Millennials esperaban algo más (8,3%) y obtuvieron un 6,6%, con un gap también similar.
A pesar de ese gap, tanto entre los inversores españoles de más edad como entre los Millennials reina el optimismo sobre las rentas que recibirán en 2016 de sus inversiones: para los primeros, la renta variable nacional, internacional y las inversiones alternativas son los activos que ofrecen mayor potencial mientras los más jóvenes señalan a los activos líquidos, renta variable nacional y renta variable internacional. Para Mallo, de sus respuestas se deriva el tirón que pueden tener en los próximos años los activos alternativos: “En España hay cada vez un mayor interés”, dice, y señala tanto los hedge funds como activos como el real estate o las infraestructuras. “El tiempo no va a cambiar la asignación de los activos pero sí lo que compramos y cómo lo compramos, además de mejorar el acceso a ciertos activos, como los alternativos. Cada vez su papel será más relevante en las carteras, habrá demanda por nuevas ideas”, señala, y recuerda la compra por Legg Mason de la firma de infraestructuras Rare y la operación en marcha para adquirir la firma de hedge funds Entrust o la de real estate estadounidense Clarion.
Además de ese cambio, Mallo habla de otros dos cambios graduales: el envejecimiento de la población cambiará las necesidades y perfiles de los inversores y la tecnología permitirá un acceso más rápido a productos financieros, a la información y a activos antes difíciles, como los alternativos.
Servicios de asesoramiento financiero y nuevas tecnologías
De hecho, la tecnología es clave ya en la industria. Aunque el uso de herramientas online para la adquisición de productos de inversión todavía no es la norma entre los inversores españoles, se trata de los europeos que más dispuestos se muestran a utilizarlas. El 21% de los inversores españoles está dispuesto a realizar inversiones a través de una plataforma automatizada de asesoramiento online, lo que representa el mayor porcentaje en Europa. Por otro lado, un 14% se muestra dispuesto a realizar inversiones a través de plataformas de redes sociales y un 18% a través de dispositivos móviles, por encima de la media europea en ambos casos. Las cifras en los Millennials son algo mayores pero están por debajo de la media europea.
Además, el informe desvela que a nueve de cada diez inversores españoles con más de 40 años le preocupa no entender los productos en los que invierten, lo que representa el mayor porcentaje en Europa. Esto explica que los inversores españoles recurran cada vez más a los servicios de un asesor financiero. Si en la pasada edición del GIS, tan sólo un 29% de los mayores afirmaba trabajar con uno, actualmente esta cifra ha aumentado 14 puntos hasta situarse en el 43%, tres puntos por encima de la media europea. En el caso de los Millennials esta cifra sube al 62%: “Los inversores se preocupan por entender en lo que invierten y reconocen la complejidad del mercado y la necesidad de ayuda, para lo que recurren a la tecnología acompañada del componente humano”. De hecho, el 20% de los Millennials reconoce que ha recurrido en 2015 a los servicios de un asesor financiero para mitigar la volatilidad. En este punto, Mallo explica que MiFID II no impulsará el uso de los asesores financieros pero sí destaca que cada vez se muestra más confianza en los mismos.
Asimismo, el 49% de los mayores declaró que confiaba en los robo advisors como fuente de asesoramiento, el mayor porcentaje entre los europeos (frente a la media europea del 36%). Pero, según tienen más volumen los inversores, menos utilizan los roboadvisors: “Los robo advisors generarán valor añadido para ciertos patrimonios y activos pero, según crece el patrimonio, las necesidades del inversor cambian y se necesita un asesor. Nunca podrán sustituir al factor humano”, dice, y explica algunas desventajas como su incapacidad para adaptar el perfil del inversor en momentos de alta volatilidad como el año pasado. “Aportará valor en ciertos sectores pero no es una solución válida para todos los perfiles”, asegura.
En cuanto a las prioridades a la hora de recurrir a un asesor financiero profesional, casi la mitad de los inversores españoles (47%) indicó que su principal objetivo es obtener una mayor rentabilidad en sus inversiones, seguido de la transparencia de las comisiones (39%). Del mismo modo, estos profesionales constituyen la fuente de asesoramiento más fiable para los inversores españoles, tal y como indicaron casi tres cuartos de los encuestados (74%). La segunda fuente de asesoramiento que les inspira más confianza es la prensa financiera y los medios de comunicación (63%), seguidos de los familiares, amigos y compañeros de trabajo (59%).
¿Qué buscan al invertir?
Entre los principales objetivos de inversión, los mayores señalan en primer lugar poder disfrutar de un estilo de vida confortable (68%) y, en segundo, poder preparar un colchón para la jubilación (63%). En lo que concierne a la preparación para el retiro, la mayoría de inversores españoles encuestados (61%) se muestra preocupado por los ahorros que necesitarán cuando abandonen el mercado laboral. De aquellos que se muestran preocupados, la gran mayoría (86%) afirma que ya ha empezado a ahorrar. Del mismo modo, a un poco más de un cuarto de los inversores españoles (27%) les preocupa poder mantener su estilo de vida actual cuando se jubile. Esta preocupación es más marcada entre las mujeres (42%) que entre los hombres (18%).
Proceso de toma de decisiones de inversión: incertidumbre nacional y mundial
La encuesta también proporciona conclusiones relevantes sobre las principales preocupaciones de los inversores españoles a la hora de tomar decisiones de inversión. Entender estas preocupaciones permite identificar los factores con mayor repercusión en la toma de decisiones de inversión. En este sentido, la inestabilidad económica mundial es la principal preocupación entre los inversores españoles mayores de 40 años en lo que respecta a sus inversiones (representa una preocupación para el 37%). No sorprende, por lo tanto, que tres de cada cuatro inversores encuestados declarara estar preocupado por la inminencia de otra importante crisis financiera mundial. La segunda causa de preocupación es la inestabilidad económica en España, lo que constituye una preocupación para uno de cada cuatro inversores, el mayor porcentaje entre los países europeos.
Tan importante como la situación económica a la hora de valorar sus inversiones resulta el contexto político. De este modo, siete de cada diez inversores (69%) cree que los acontecimientos políticos en España afectarán de forma directa al valor de su cartera y tres cuartas partes de los encuestados reconocen que los acontecimientos políticos de otros países de la UE también tienen una repercusión notable. La encuesta también muestra la forma en que estos acontecimientos ha influido en la estructuración de las carteras, de tal forma que el 51% de los inversores españoles declaró haber modificado su cartera como consecuencia de los acontecimientos políticos, tanto a escala nacional como internacional.
Preguntados por los factores con mayor impacto en sus decisiones de inversión, los españoles apuntaron mayoritariamente a la variación de los tipos de interés por parte de los bancos centrales (57%) y la actividad en los mercados de valores de España (55%) como los más destacados. En ambos casos, los porcentajes registrados son los más altos de Europa.
Para el informe, se encuestaron 5.370 grandes patrimonios de 19 mercados diferentes, 260 de ellos en España (201 de entre 40 y 75 años y 60 entre 18 y 39 años). La encuesta se realizó entre el 3 de diciembre de 2015 y el 8 de enero de 2016.