El edificio Palace de la conocida avenida Brickell alberga la oficina de representación de Mossack Fonseca en la capital financiera de América Latina. Según publica el Miami Herald, un apartamento de dos habitaciones en la planta 18 del inmueble -que en su momento apareciera en la serie de televisión “Miami Vice”- es el espacio en el que la representante del despacho de abogados en la ciudad, Olga Santini, recibe a los clientes que buscan asesoramiento legal por parte de la conocida firma.
Son cientos las sociedades instrumentales registradas en las Islas Vírgenes Británicas, Samoa y Seychelles -otras jurisdicciones que no exigen la declaración del propietario último de las firmas- , las que se pueden seguir desde la oficina de Santini en Miami, dice el medio que asegura que las preguntas por parte de la firma a los clientes eran prácticamente inexistentes.
Políticos brasileños, jueces y empresarios con conexiones políticas están entre los clientes de la firma que, según el medio, incluso estando acusado de corrupción fueron capaces de crear estructuras offshore con la ayuda de esta firma. Otros de los que se beneficiaron de sus servicios fueron acusados de actividad ilegal, normalmente llevada a cabo a través de su presencia offshore.
Martin Lustgarten, que fue absuelto por un supuesto delito de blanqueo de 100 millones de dólares, relacionados con drogas; el italiano Giuseppe Donaldo Nicosia, buscado por fraude fiscal; Maurico Cohen Assor y Leon Cohen-Levy, padre e hijo -dedicados a la promoción de hoteles- sentenciados a 10 años de prisión por ocultar 150 millones de dólares en mansiones, coches de lujo y cuentas bancarias, son algunos de los nombres de Miami. Según los informes, la firma estableció sociedades instrumentales para Lustgarten y los Cohens, pero Santini no estuvo involucrada en las operaciones.