De acuerdo con John Hardy, director de estrategia de divisas de Saxo Bank, la venta inicial de euros durante y después del anuncio de política monetaria del Banco Central Europeo, «se debió al simple hecho de que el BCE lanzó muchas más medidas de las que se esperaba».
El 10 de marzo Mario Draghi anunció una rebaja de los tipos de interés al 0%, extensión del QE y añadió compras de bonos corporativos, medidas que deberían hacer que el euro sea mucho más débil. Hardy considera que los analistas interpretan las nuevas medidas de Draghi «como una recalibración del arsenal del BCE, añadiendo más municiones para reforzar la economía de la zona euro y menos para el debilitamiento de la divisa». El estratega considera que «el BCE no participará en la reducción radical “sin fin” de los tipos para librar una guerra de divisas como el enfoque político clave para traer alivio en el frente de la inflación».
En su opinión, «el euro debería fortalecerse ante la esperanza de que las nuevas medidas mejorarán las perspectivas de la economía de la zona euro (y por tanto para la inversión entrante) y aumentará la inflación». Otra razón por la que Hardy explica la reciente fortaleza del euro «es que el mercado no cree que este programa vaya a resultar eficaz, del mismo modo que rechazó rápidamente las medidas que el Banco de Japón lanzó en enero, de ahí que se vendiera el mercado de acciones y el euro revirtió su reciente debilidad de una forma bastante violenta».
Hardy pronostica a largo plazo una eventual caída del euro-dólar hacia la paridad y considera pronto se podrá encontrar un techo en el rally del euro. «Y si el mercado considera que esto es bueno para el apetito de riesgo en la zona euro y fomenta la expansión del crédito, el interés podría volver al carry trade (euros negativo). Habrá que estar atentos a las acciones de los bancos europeos y el apetito de riesgo en general» concluye.