Los diferenciales crediticios se han ampliado enormemente, llegando en algunas partes del mercado a los 800 puntos básicos, debido a temores como una posible recesión en Estados Unidos. La ampliación de los diferenciales se considera un indicador de riesgo, que hace que muchos inversores vendan.
Sin embargo, según Sander Bus, gestor de Robeco High Yield Bonds, este fenómeno de “miedo y aversión” también genera oportunidades de compra. De hecho, su fondo ha aumentado su exposición al mercado ajustada al riesgo (o «beta»), ya que cree firmemente que quienes sean pacientes obtendrán la rentabilidad.
Fuente: Barclays.
“El pesimismo en el mercado ha aumentado en las últimas semanas y los diferenciales se han incrementado, por lo que observamos aún más oportunidades”, afirma el experto de Robeco. “Hemos aumentado la beta de la cartera a una sobreponderación de 1,1. Siempre buscamos signos de miedo y aversión, ya que este fenómeno genera oportunidades de compra”.
Tres cosas que generan la volatilidad
Bus afirma que son tres los factores que están avivando la volatilidad: el temor a que EE.UU. caiga en recesión, el persistentemente bajo precio del petróleo, que daña a los fondos de «petrodólares» mermando sus ingresos, y la impresión de que podemos estar ante una nueva crisis bancaria en Europa, tras las noticias negativas acerca de determinadas entidades.
“Entre los elementos que están alimentando esta situación quizás el más importante sea el empeoramiento de los datos económicos; sobre todo en Asia, pero también en ciertos mercados desarrollados. Son indicadores que hacen que la gente se pregunte si puede producirse una recesión en EE.UU”, expone. “En el mercado se están produciendo ventas de tamaño considerable, pero los fondos de inversión no registran grandes flujos de salida de capital. Por ello, pensamos que esta presión de venta posiblemente provenga de los fondos soberanos de petrodolares. También está cundiendo el temor ante la posibilidad de una nueva crisis bancaria en Europa. Nosotros estamos en claro desacuerdo con la idea de que pueda estar gestándose una nueva crisis bancaria”.
“Sinceramente, no sabemos si Estados Unidos caerá en recesión o no; es muy complicado predecirlo, por lo que no trataremos de hacerlo. Lo que sí sabemos seguro es que esta posibilidad de recesión ya se refleja en los diferenciales de la deuda. No son tan elevados como en 2008, pero sí que se sitúan en niveles que normalmente se asocian a una recesión. Lo único que no reflejan los precios es una hipotética ‘situación catastrófica’, que en nuestra opinión es muy improbable”, afirma Bus.
“El flujo de salida de los petrodólares de los países perjudicados por los bajos precios del crudo acabará por regresar a los bolsillos de los consumidores europeos y estadounidenses. O bien los gastarán, lo que será bueno para la economía, o bien los ahorrarán, de forma que al final llegarán de algún modo a los mercados de capitales. Sólo hace falta un poco de tiempo; nos encontramos en una fase de transición”, apunta el gestor.
En cuanto a la posible crisis bancaria, Bus cree que los fundamentales de los bancos no han empeorado realmente; es el sentimiento lo que está poniendo las cosas difíciles, debido a los problemas que atraviesan ciertas entidades concretas y que se han puesto de manifiesto en las últimas semanas.
Las materias primas mejoran
La mala situación del mercado de materias primas, acentuada por el temor a la deceleración de China, ha sido uno de los principales catalizadores de la volatilidad en 2015. “Pero observamos algunos signos positivos en el mercado actualmente: los precios del mineral de hierro están subiendo desde su mínimo registrado el pasado diciembre, lo que podría ser una señal de que China empieza a recuperarse”, afirma Bus.
“También vemos que algunos sectores están pasando a la siguiente fase del ciclo crediticio, con la reparación de sus balances. Se trata de una fase más conservadora, tras años de ingeniería financiera que puede generar burbujas y asunción de riesgos. Arcellor Mittal ha anunciado recientemente una gran emisión de derechos para ampliar su capital, lo que resulta muy positivo para los titulares de sus bonos. Los bonos de esta empresa, que adquirimos a principio de año, se han recuperado tras este anuncio. Estamos buscando activamente oportunidades en los sectores en los que la actitud de los inversores o el comportamiento de los directivos de las empresas está cambiando a mejor, beneficiando a los inversores en renta fija”.
Exposición del fondo
Bus indica que, aunque existen oportunidades en el mercado, su fondo sigue adoptando cautela, tratando de elegir a los ganadores y evitar a los perdedores.
“Nuestra exposición al sector financiero es reducida, con aproximadamente un 4% del valor del fondo, y únicamente invertimos en bancos de la mayor calidad, lo que supone una valiosa aportación a la diversificación de nuestra cartera y a la mejora del rendimiento”. “Tenemos una exposición muy limitada, de menos del 0,5%, a la deuda convertible contingente (CoCos) de los bancos, pues presenta mayor riesgo”.
“Hemos reducido nuestra infraponderación en el sector petrolero, incorporando valores de gran calidad. Nos mantenemos infraponderados en empresas de energía de menor calidad. En el segmento de minerías y metales hemos pasado a sobreponderarlo ligeramente, ya que entendemos que las el consenso de mercado está siendo excesivamente pesimistas y que los precios de los metales ya no van a continuar cayendo”.
“Seguimos largos en Europa frente a EE.UU., principalmente como consecuencia de nuestras preferencias en cuanto a sectores y del hecho de que seguimos infraponderados en el segmento de calificación CCC, que en EE.UU. es mucho mayor”, aclara Bus.
El fondo también ha adoptado precaución hacia las empresas más relacionadas con China; las que obtienen gran parte de sus ingresos en ese país. Pero nunca puedes decir ‘nunca jamás’ a ninguna empresa. Con los actuales niveles de rentabilidad de la deuda, mientras seamos capaces de eludir los impagos, podemos obtener un rendimiento muy bueno durante los próximos años.
“Las perspectivas de rentabilidad total resultan muy positivas para los inversores que sean capaces de asumir la volatilidad diaria, cosa que entendemos que quienes invierten en deuda high yield ya lo hacen. Nos encontramos en un mercado largoplacista y, para los inversores que sepan mantener la sangre fría, éste es un muy buen momento para entrar”, resume el experto de Robeco.