FIBA congregó a más de 1.300 profesionales en su XVI conferencia anual Anti Money Laundering Compliance, celebrada entre los días 7 y 9 de marzo en Miami. Reguladores y líderes financieros de 42 países, representando a 330 instituciones financieras y corporaciones, compartieron experiencias y las nuevas tendencias en el panorama de AML, con la intención de reforzar la transparencia en el conjunto de las instituciones bancarias y no bancarias.
Entre los temas destacados que se trataron en la conferencia de este año, los recientes escándalos de corrupción que involucraron a FIFA, IAAF e ITF que, además de copar los titulares de medios de todo el mundo, han puesto en entredicho el nivel de valoración de riesgo que las instituciones financieras aplican a las federaciones deportivas o de ocio. Estos casos han hecho notoria la obvia relación entre deporte y finanzas, porque sin la financiación adecuada, las federaciones deportivas dejarían de existir, poniendo a ambas partes a riesgo y en busca de una solución práctica. El creciente número de escándalos garantiza que cada vez más los bancos necesitan “conocer al cliente de sus clientes” para asegurarse de estar al tanto de cualquier comportamiento potencialmente fraudulento entre ellos.
En otra sesión diferente, una conversación con la directora de FinCen, Jennifer Shasky Calvery, arrojó luz sobre la manera en que la organización trabaja y cuáles son sus objetivos. En realidad, no se trata de “encarcelar” a nadie sino de encontrar los mecanismos para recopilar información. La obligación de proteger al sistema financiero frente a delincuentes y terroristas no es sólo de la industria de servicios financieros, sino también de los reguladores y fuerzas coercitivas. “Estamos todos juntos en esto”, fue el mensaje.
Finalmente, otro tema directamente relacionado con Miami protagonizó una de las sesiones más populares. El 1 de marzo pasado entró en vigor el tercer y más reciente GTO de FinCEN sobre la ciudad. Emitida por FinCEN, una GTO u orden de focalización geográfica no es una solución regulatoria, sino una herramienta para entender la fuente del fraude, que es particularmente alta en esta región. Actualmente, el 22% de los compradores de real estate en Estados Unidos pagan las transacciones en efectivo. La GTO obliga temporalmente a ciertas compañías estadounidensesque aseguran títulos de compra-venta a identificar las personas físicas que están detrás de empresas utilizadas para pagar «en efectivo» propiedades inmobiliarias de alta gama, en un esfuerzo para prevenir el blanqueo de capitales de procedencia ilícita.
“Es una satisfacción poder sentar en la misma sala a reguladores y bancos para que mantengan un diálogo abierto que moverá nuestra industria”, declaró el CEO de FIBA, David Schwartz. “Es posible que varíe de región a región lo que los reguladores esperan y lo que los bancos ven factible en cuanto a la responsabilidad de cumplir con las normas y la regulación, sin embargo, el objetivo común es encontrar en la práctica una solución que proteja a los consumidores, instituciones y a todo el sistema. Este ha sido el evento con más éxito de los que hemos organizado hasta ahora y queremos dar las gracias a los patrocinadores, colaboradores y ponentes que lo han hecho posible”.