Uno de cada cinco fondos analizados por Morningstar en su estudio “Active Share in European Equity Funds” es, según la firma, cuasi índice o “closet indexers”, es decir, fondos que prácticamente replican a su índice de referencia pero cobran comisiones de fondos de gestión activa.
El active share mide hasta qué punto las posiciones de una cartera de renta variable difieren de la de su benchmark. Un fondo con un active share del 100% no tendría ningún activo en común con su índice de referencia, mientras que un fondo con un active share de 0% sería idéntico a su benchmark. Cuanto más alto el active share más activamente estará gestionado el fondo.
El documento elaborado por Mathieu Caquineau, Matias Möttölä y Jeffrey Schumacher, analistas de fondos de la compañía en Europa, revela que en las categorías Morningstar de renta variable europea de gran capitalización la mediana del active share de los últimos tres años es de alrededor del 72%. Sin embargo, las diferencias son muy grandes: algunos fondos tienen un active share tan bajo como el 20%, mientras que otros no tienen casi nada en común con su índice de referencia y tienen un active share por encima del 90%.
El estudio examina el active share desde varias perspectivas, incluyendo los cambios históricos en el active share, la relación entre el active share y la rentabilidad, la relación entre el active share y el riesgo, así como el papel del active share dentro de la selección de fondos. El estudio se basa en los datos de cartera de los fondos europeos recolectados por la empresa de análisis desde principio del 2000.
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