Según Karen Kharmandarian, gestor de Pictet Robotics, las principales mega tendencias -tendencias a largo plazo transforman a la sociedad y la economía en su conjunto-, en el caso de la Robótica, incluyen: El crecimiento económico global y la necesidad de aumentar la productividad – recibiendo un empuje de la robótica y la automatización. La demografía – dado el envejecimiento de la sociedad y los desequilibrios entre la población activa e inactiva, es necesaria la búsqueda de nuevos recursos para sostener la producción y mantener los niveles de productividad actuales. El avance en tecnología – sin lo cual no es posible la mejora en robótica, tomando en cuenta “la evolución de la demanda hacia productos más personalizados, lo que difícilmente puede ser satisfecho mediante producción masiva”. La huella medioambiental– ya que al automatizar la producción, se evita subcontratar en el extranjero, lo que supone una reducción de costes de transporte y huella ecológica, además del tiempo que tardan los productos llegar al mercado.
Tomando esto en cuenta, su fondo Pictet Robotics trata de “capturar todas las oportunidades de inversión a lo largo de la cadena de valor de la robótica, que abarca automatización industrial, aplicaciones y servicios para el consumidor y tecnologías que permiten o facilitan las ventajas de las nuevas generaciones de robots”. Buscando exposición a la automatización en la fabricación de vehículos, logística e impresión 3D, sector salud e incluso consumo –con productos como aspiradoras, drones y vehículos sin conductor.
De acuerdo con un informe de Boston Consulting Group, publicado el año pasado, estas industrias tienen un potencial de crecimiento anual del 10% a lo largo de la próxima década, es decir de 3 a 4 veces el crecimiento del PIB mundial previsto. Sin embargo Kharmandarian considera que esta estimación es conservadora y que el crecimiento real podría ser de 15 a 20% anual en ese periodo. “Hay que tener en cuenta que siempre ha sido difícil estimar el impacto de los nuevos servicios y productos que pueden desarrollarse con nuevas tecnologías, en este caso nuevos robots y se ha errado a la baja en predecir el crecimiento de tecnologías disruptivas, como fue el caso con la telefonía móvil y actualmente con el Internet de las cosas. Siempre ha sido difícil visionar todos los trabajos y negocios que se crean alrededor”. Añadiendo que en las inversiones en robótica, se debe considerar la gestión activa. “Es esencial, pues el inversor no desea exposición a todos los segmentos. Algunos pueden resultan más prometedores que otros. Además la tecnología puede cambiar muy rápidamente y es preciso estar completamente dedicado a la estrategia para asegurar el lado correcto del tema”, concluye.