El Banco Central de Brasil a través de su órgano de política monetaria, el Consejo Monetario Nacional, eliminó una garantía estatal a los ahorros depositados en fondos de inversión con un cierto grado de riesgo, en un esfuerzo por diferenciar a los pequeños ahorradores de los inversores cualificados.
Como en muchos otros países, Brasil posee un sistema de garantía de depósitos con la finalidad de proteger a los depositantes. Hasta el día 25 de febrero, el Fondo de Garantías de Crédito cubría hasta los 250.000 reales (63.219 dólares) en depósitos en fondos de pensiones e inversión y se activaba en el supuesto en el que un fondo cayese en bancarrota o tuviera que hacer frente a problemas de liquidez.