Una de las consecuencias no deseadas de las políticas de expansión cuantitativa del G4 ha sido el desarrollo de desequilibrios macro en los mercados emergentes. Estos desequilibrios se han manifestado en el aumento de los déficits por cuenta corriente, el aumento de la inflación, un robusto crecimiento del crédito y una rápida acumulación de deuda denominada en dólares. Durante este ciclo, Paresh Upadhyaya, director de estrategias de divisas de Pioneer Investments, considera que el aumento del déficit por cuenta corriente y el aumento de la deuda han sido los factores más importantes que han registrado estos mercados.
“Hemos analizado en profundidad estos desequilibrios y creemos que sigue siendo necesario reducir aún más el desapalancamiento, un proceso que puede durar varios años. El catalizador para esto ha sido la subida de tipos en Estados Unidos y se espera que esta tendencia se acelere en 2016. Conforme los mercados emergentes continúen reduciendo su endeudamiento y corrigiendo estos desequilibrios, las divisas emergentes deberían depreciarse frente al dólar”, explica Upadhyaya en el blog de la compañía.
Reduciendo deuda
La deuda de los emergentes con respecto al PIB haaumentado de forma espectacular en la era de los programas de expansión cuantitativa a un nuevo máximo histórico del 182%. “Definimos desapalancamiento como un período en que la relación deuda-PIB caiga. En nuestro análisis para determinar si esta reducción de la deuda ha comenzado, hemos analizado los 22 principales países considerados como emergentes”, dice.
El análisis de Pioneer encontró que Argentina, Brasil, China, Colombia, Corea, Malasia, México y Sudáfrica siguen siendo los más vulnerables al desapalancamiento, ya que el ratio de deuda con respecto al PIB sigue aumentando y los déficits por cuenta corriente o siguen subiendo o los excedentes que habían se están reduciendo rápidamente. Por otra parte, la India, Perú, Filipinas y Turquía ya tienen en marcha un proceso de desapalancamiento y han disminuido sus déficits por cuenta corriente. A la cabeza se sitúa Filipinas, que registró un gran aumento de su superávit por cuenta corriente.
La mayoría de los países en el primer cuadrante (superior a la derecha) de la tabla todavía registraban un aumento constante del ratio deuda-PIB en los últimos años, una señal clara de que el proceso de desapalancamiento no ha comenzado. Sin embargo, Upadhyaya espera que el inicio del ciclo de endurecimiento de la Fed y la tendencia al aumento gradual de los tipos de interés en Estados Unidos inicie el desapalancamiento en esos países. Es probable, afirma, que este ciclo los haga más vulnerables a una oleada de ventas frente al dólar al principio del proceso, mientras las divisas del tercer cuadrante (abajo a la izquierda) lo harán mejor desde una perspectiva relativa.
“De acuerdo con un estudio llevado a cabo por Goldman Sachs, el ciclo de desapalancamiento a menudo dura más de unos pocos años, un punto de vista que desde Pioneer compartimos. Esperamos que, cuando se inicie el proceso de desapalancamiento, el crecimiento del crédito será más lento, y lo mismo pasará con la economía. Como resultado de la desaceleración del crecimiento, es probable que las política monetarias sigan respaldando. Éste es el mecanismo de transmisión que se alimentará de una depreciación de la moneda”, apunta el gestor de Pioneer.
La firma prevé que el mercado alcista del dólar continúe en 2016, beneficiándose de la divergencia de políticas monetarias del G4, siendo los diferenciales de tipos de interés un factor clave. “Creemos que el endurecimiento de la Fed va a tener un impacto mucho mayor en fortalecer el dólar que de más flexibilización de parte del BCE o del Banco de Japón. Hay límites a cualquier posible recuperación sostenida en el euro y el yen, dado que se espera que la política monetaria a permanecer muy acomodaticia. Sin embargo, cualquier posible flexibilización monetaria, sobre todo por el BCE, podría hacer que el tipo de cambio caiga significativamente”, escribe.
Por último, cree el experto en divisas, el desapalancamiento de los emergentes se pondrá en marcha este año, sobre todo entre los países más vulnerables, pero esto mantendrá esas divisas bajo presión frente al dólar.