La banca española ha hecho progresos importantes desde la crisis inmobiliaria y financiera, pero el camino a recorrer es muy largo y todavía falta tiempo para que las entidades nacionales recuperen la fortaleza que tenían hace unos años. Así lo creen los analistas de Standard&Poor’s (S&P) que el miércoles presentaron las perspectivas para el sector financiero español de cara a 2016.
En un comunicado, la agencia explicaba que confía en que este año los bancos domésticos sigan avanzando en la reducción de activos improductivos en balance, especialmente del lado de los créditos morosos, gracias a que el entorno económico seguirá mejorando.
S&P calcula que el pasado ejercicio las entidades redujeron su volumen de activos improductivos (incluyendo créditos morosos e inmuebles en balance) en unos 35.000 millones de euros y para este año ve una reducción similar. En 2017 la ratio del volumen de activos improductivos sobre el volumen total podría bajar al 11% desde el 16,5% del año pasado.
Pero también hay advertencias: los ingresos podrían caer este año entre un 3% y un 4% ya que la repreciación a la baja de los depósitos ya no tiene tanto recorrido, mientras que la rentabilidad del crédito se sigue reduciendo por la situación del euribor. Por eso, S&P cree que la baja rentabilidad es y seguirá siendo el talón de Aquiles de los bancos españoles.
El ROE (la rentabilidad del capital) se situará este año entre el 5,2% y el 5,5%, una cifra que no sólo se queda por debajo del promedio del resto de países europeos, sino que además es muy inferior al coste del capital. Y la baja rentabilidad puede provocar nuevos cambios en el sistema financiero español: como más fusiones. Pero en la agencia no creen que este año se producirán operaciones importantes.