El mercado de renta fija se prepara probablemente para más turbulencias en 2016 y los inversores podrían tener que hacer algunos cambios de rumbo en el camino. Para Douglas J. Peebles, CIO y responsable de renta fija de AllianceBernstein, permanecer en el aire en estas condiciones borrascosas requiere una estrategia activa.
El gestor de AB sabe que puede ser tentador optar por estrategias de índices pasivos en renta fija. Algunas de estas estrategias han funcionado razonablemente bien últimamente, pero en un horizonte de tiempo más largo, las estrategias de renta fija pasivas han estado en general, por debajo de las activas. Y aunque muchas de estas estrategias pasivas son de bajo coste, eso no es necesariamente cierto en todos los sectores de renta fija, explica.
Cierto es que los mercados globales de bonos se han vuelto cada vez más impredecibles y que indudablemente los inversores se enfrentan a una serie de vientos en contra este año. Entre ellos podemos citar el aumento de los tipos de interés en Estados Unidos, la desaceleración del crecimiento en China y otras economías emergentes, y un probable aumento de los impagos corporativos. Ante este panorama, Peebles lo tiene claro: “dudamos de que las estrategias pasivas sean capaces de superar estos retos”.
Prestando a los deudores más grandes
Para entender por qué es mejor un enfoque práctico en renta fija, el experto sugiere repasar cómo funcionan los ETFs de bonos. “La mayoría están ponderados de acuerdo a las emisiones. Eso significa que las empresas y los países que se endeudan a menudo son los mayores componentes del índice”, apunta.
En otras palabras, cuando incluimos en el portfolio una estrategia pasiva que sigue a un índice de bonos, estamos prestando dinero a los mayores deudores, algo que no es siempre deseable porque unos altos niveles de deuda en un país o una empresa pueden ser una señal de problemas. Un default –o incluso una rebaja de la calificación crediticia– podría traducirse en grandes pérdidas para los inversores en ETFs.
“En lugar de estar encerrados en un índice, un manager con experienciapuede escoger y elegir entre una amplia gama de valores y evitar aquellos que parecen ofrecer más riesgos que recompensas. Los managers también pueden combinar la exposición a activos más seguros, como los bonos del gobierno, con otros de mayor riesgo, como deuda high yield privada. Estas combinaciones están generalmente correlacionadas negativamente, lo que significa que uno lo hace bien cuando el otro lo hace mal. Los managers pueden inclinar la balanza hacia uno u otro lado dependiendo de las condiciones imperantes en el mercado”, explica Peebles.
Estes es el enfoque de AB activo por activo de renta fija :
1) Deuda Soberana: Es un componente importante en las carteras de bonos, ya que los inversores confían en ellos para proporcionar estabilidad, ingresos y diversificación frente a la renta variable. El problema es el siguiente: si su principal estrategia de renta fija es pasiva, no sólo estará expuesto a los mayores deudores, si no que habrá una gran cantidad de riesgo de divisas también. Pero una cartera global de gestión activa puede eliminar este riesgo.
2) Empresas con calificación investment-grade: Las empresas que emiten estos bonos tienen las finanzas relativamente fuertes y es improbable que incurran en impago de repente. Pero están sujetas a rebajas en la calificación cuando sus perfiles de crédito se debilitan. Estas rebajas pueden ser costosas, especialmente cuando implican emisores considerados como «ángeles caídos”, es decir, empresas con calificación investment grade que caen en territorio basura. Dada la desaceleración del crecimiento mundial, es más importante que nunca escoger la deuda en la que se invierte.
3) Deuda high yield: En este mercado, la calidad crediticia de los emisores varía ampliamente. Un enfoque pasivo significa no poder evitar tener en cartera empresas con perfiles de crédito frágil y con un relativamente alto riesgo de impago.
4) Deuda de los mercados emergentes: Hace décadas,había muy poco para distinguir un bono de un mercado emergente de otro. Todos los emisores han entrado en ‘default’ en los últimos tiempos y su deuda negocia con diferenciales altos con respecto a los bonos del Tesoro. La explotación de las diferencias entre países requiere un enfoque activo.
“Es importante recordar que cuando uno invierte en un ETF, está anclado a él y recibe exposición a todos los nombres en el índice, tanto si lo desea como si no. Para nosotros, eso no suena como una fórmula ganadora”, concluye el CIO de AB.