Fitch Ratings publicó recientemente sus perspectivas para Latinoamérica en 2016. En su informe “Latin America 2016 Outlook Compendium” recoge los aspectos más destacados de la perspectiva de Fitch para la deuda corporativa en Brasil, Chile, Colombia, México y Perú.
Joe Bormann, director ejecutivo en Fitch, comentó: “La deuda corporativa en Latinoamérica permanecerá bajo una intensa presión en 2016. Las perspectivas siguen siendo abrumadoramente negativas para Brasil y Perú. En Brasil, Fitch proyecta que las rebajas en la calificación crediticia superarán las mejoras en una proporción de 10 a 1, mientras que en Perú la proporción se sitúa de 5 a 1”.
En Brasil, la combinación de la disminución de la demanda, el aumento del desempleo, las persistentes altas tasas de inflación y de interés, los bajos precios de los commodities, la volatilidad de las divisas y los mercados de crédito ha creado un escenario de pesadilla para las empresas del país. La agitación política sigue siendo un viento de cara negativo que arrastra hacia abajo las perspectivas de mejora de los consumidores y la confianza empresarial.
En Perú, la lentitud del crecimiento económico, bajos precios del metal y de las elecciones presidenciales de 2016 harán más difícil el desarrollo de la actividad empresarial. La depreciación de la moneda ha llevado a un aumento de la deuda de los hogares y un debilitamiento del poder adquisitivo de los consumidores. Actualmente Fitch proyecta que el crecimiento del PIB será del 3,8% en 2016. Si el impacto de “El Niño” es sustancial , esta cifra probablemente se revisará a la baja.
En toda la región, las empresas han respondido a los vientos en contra recortando el gasto de capital y la reducción de dividendos. La medida del flujo de caja libre media mejoró en cada categoría de calificación durante los primeros seis meses y ahora es positivo para el “BB”, “BBB” y categorías de calificación “A”. Las mejoras más notables fueron presenciadas en Brasil y Perú. En Colombia, los niveles de gasto de capital siguen siendo elevados debido a las condiciones económicas favorables, y el flujo de caja libre para las empresas sigue siendo muy negativo.