El empresario canadiense de origen iraní Eskandar Ghermezian sigue avanzando en el proceso previo para la construcción del mayor centro comercial y de ocio de los Estados Unidos en el condado de Miami Dade, que se llamaría American Dream Miami. Su conglomerado empresarial, Grupo Triple Five, está dispuesto a invertir 4.000 millones de dólares para hacer realidad un proyecto que supondría la creación de 7.500 puestos de trabajo permanentes –principalmente en hostelería, restauración y comercio-, añadiría 2.000 nuevas habitaciones a la actual oferta hotelera y, todavía, espera el visto bueno de las autoridades.
El sueño americano de Miami se situaría al suroeste de la confluencia de la Interstate 75 con la Florida Turnpike, ocupando un total de 6,2 millones de pies cuadrados. El grupo ya es propietario de 92,3 acres de una parcela desocupada de un total de 194,5 acres y el resto está alquilada. Los promotores esperan arrancar con las obras a principios de 2017 y tener el centro operativo a finales de 2019.
El centro constará de 3,5 millones de pies cuadrados destinados a locales comerciales y 1,5 millones dedicados a ocio, incluyendo un parque de atracciones, una pista de esquí interior, un parque acuático, una sala con 1.400 butacas, un centro deportivo, un mini golf y un lago de 18 acres con paseos submarinos.
No sería éste el primer megaproyecto para el Grupo Triple Five, pues es propietario de West Edmonton Mall de 5,3 millones de pies cuadrados y el Mall of America en Minnesota con 4,9 millones de pies cuadrados y está construyendo otro el American Dream Meadowlands en Nueva Jersey, con un total de 2,9 millones de pies cuadrados.
El Alcalde del condado de Miami Dade, Carlos Gimenez, apoya una iniciativa que se ha encontrado la oposición de Raquel Regalado y numerosos vecinos, preocupados por el empeoramiento del tráfico en la zona, por cómo y de dónde se surtirá el proyecto de agua o por el impacto que pudiera tener sobre los acuíferos de los Everglades, entre otros asuntos.
Unos y otros deberán esperar a que se celebren las votaciones que distintas autoridades deberán llevar a cabo en los meses de abril y mayo de 2016, en las que se aprobaría –entre otras cosas- un cambio en el plan urbanístico para que el terreno, hoy “industrial y oficinas”, pase a ser calificado como “oficinas y comercial” y permita mayor afluencia de tráfico. Uno más de los muchos trámites que el promotor esta debiendo realizar.