Con motivo de la celebración del IV Congreso Nacional de Áridos, Miguel Puertas Villa, socio director de Asset Growth EAFI, compartió con los miembros de ANEFA las mejores prácticas en la gestión del patrimonio financiero familiar.
Según Asset Growth EAFI, la ocurrencia de un evento de liquidez en la empresa familiar (reparto de dividendo, venta parcial de acciones o incluso venta total de acciones), ocasiona a la familia desafíos nuevos difíciles de superar en solitario. Estos desafíos incluyen entre otros: la preservación del patrimonio transgeneracional, la dilución del vínculo familiar, el cambio en la dinámica de interrelaciones familiares, e incluso desafíos de identidad, finalidad o liderazgo familiar.
Según Miguel Puertas, la clave para superar estos desafíos está en conseguir que la estructura que se diseñe para la gestión del patrimonio familiar, típicamente un family office, tenga en su centro a la familia, con sus valores y objetivos. “Esta estructura ha de trabajar para y por la familia en coherencia con los objetivos y valores de sus integrantes”, explica.
Para ello, la familia tendrá que definir, consensuar e implementar un marco de actuación, una política de inversión y una estrategia familiar. Por otro lado, tendrá que definir los criterios y procesos de evaluación de asesores externos (financieros, mercantiles, fiscales) y proveedores de servicios (información, reporting, custodia de activos, intermediación y ejecución de órdenes de inversión).
Asset Growth EAFI, con sus clientes del segmento family office, es partidaria de elaborar una planificación financiera a medida de largo plazo. “Esta herramienta ayudará a cuantificar la rentabilidad necesaria dados los objetivos familiares y nivel de gasto definido. Si bien hay gastos tales como la inflación o los impuestos que no son influenciables (más allá de implementar estrategias de inversión que protejan de los mismos) hay otros gastos tales como costes de gestión, necesidades de liquidez, factor generacional, que sí son influenciables y muy a tener en cuenta”, explica Puertas.
Por último, el experto resalta la importancia de que clientes, entidades financieras, asesores y demás proveedores de servicios al family office creen un entorno de colaboración en el cual sea posible armonizar los intereses comunes. “No se trata de que el beneficio de uno sea a costa del otro, sino que la relación mejore a ambos, en una simbiosis”, añade.
“Para ello es necesario que los partícipes del family office tomen el control de su nueva realidad lo antes posible para así poder marcar exitosamente el rumbo de su destino en esta nueva etapa que abordan”.