La industria de fondos europea goza de muy buena salud: gestiona activos por valor de entorno a 19 billones de euros, contando los 12,7 billones invertidos a través de 55.600 fondos de inversión y el resto, en mandatos discrecionales, con datos de la entidad a finales de marzo.
Según explicaron Alexander Schindler, presidente de Efama, y Peter De Proft, director general, que estuvieron recientemente en Madrid, el crecimiento se debe al éxito tanto de la marca UCITS, “competitiva frente a otros productos y que aglutina demanda de inversor retail e institucional, y tanto europeo como internacional”, según Schindler, como a un aumento del interés por los fondos alternativos, que están experimentando un “crecimiento sustancial” ante la demanda de instituciones internacionales que buscan invertir en Europa pero también diversificar sus inversiones fuera del mundo UCITS.
En total, un 65% de los activos de los fondos están en productos UCITS y un 35% en AIFs –considerando que aquí entran mandados institucionales o fondos de real estate, de gran importancia en mercados como el alemán, o fondos no UCITS como los garantizados en el mercado español-. Pero los fondos que en los últimos años han traspasado las fronteras europeas son los UCITS, lo que demuestra la fuerza de su marca: un 67% se vende en la región de EMEA, pero ya un 29% de su volumen está en manos de inversores de Asia-Pacífico (en centros clave como Hong Kong o Singapur) y un 4% en las Américas.
El menor peso de la región americana en esta tarta se debe principalmente, según Álgel Martínez Aldama, presidente de la asociación española Inverco, a las dimensiones de la industria de inversión, mucho mayor en Asia, pero también a la existencia aún de barreras que impiden al inversor minorista acceder a los fondos internacionales, más allá de los fondos de pensiones e inversores institucionales, los principales compradores de fondos europeos.
“El interés está crecimiento y la marca UCITS es muy popular para los fondos de pensiones, sobre todo en Chile, Perú y Colombia, por motivos de diversificación, y donde pueden invertir en el caso chileno hasta un 60% de las carteras”, dice Aldama. En otros mercados, como México, el potencial es grande, ante su futura apertura, pero ahora no permite invertir de forma directa en activos foráneos sino solo a través de mandatos.
Otra barrera es la divisa, puesto que esas economías están más familiarizadas con el dólar a la hora de invertir, según Schindler. Pero el mundo UCITS está a sus puertas y, según Elisa Ricón, directora general de Inverco, supone un ejemplo a seguir: “Los países quieren lanzar algo similar al pasaporte europeo en fondos y nos preguntan con frecuencia”, asegura.