La ingobernable caída de las bolsas chinas, seguida de la sorpendente modificación por parte del Banco Popular de China del mecanismo de fijación del tipo de cambio del renminbi, ha desatado el temor sobre el crecimiento mundial. La anterior debilidad impactó principalmente en los activos de los mercados emergentes y las materias primas, pero esta vez se ha extendido a los mercados desarrollados, que han experimentado fuertes caídas. La pregunta es ¿asistimos a una ‘correción saludable’ o a algo más siniestro?
Philip Saunders, portfolio manager del Investec Global Strategic Managed fund, responde rotundo: “Creemos que las preocupaciones de las bolsas sobre el inicio de una recesión global son exageradas, y por tanto este episodio es probablemente una corrección saludable en los mercados”.
Saunders recuerda que este ciclo económico ha estado marcado por “ataques de pánico” causados por preocupaciones sobre posibles recesiones inminentes. Entre los temas que han desatado los temores por una recesión, el experto de Investec enumera el miedo por un “double dip” o doble caída en Estados Unidos, la desintegración de la Eurozona, y un aterrizaje forzoso por parte de la economía china.
“Aunque es verdad que esta recuperación ha sido más débil que otros ciclos anteriores, los datos sugieren que las condiciones económicas están mejorando gradualmente en los mercados desarrollados a un ritmo suficiente para superar la desaceleración del crecimiento en los mercados emergentes. Datos recientes de Estados Unidos, Europa y Japón respaldan esta opinión e incluso en China los recientes datos apuntan a la estabilización”, explica.
Además, dice, el Banco Popular de China aún tiene un amplio margen para relajar la política monetaria y mitigar la presión a la baja sobre la actividad económica china, por lo tanto, “existe el peligro de que la preocupación por la debilidad económica de China haya pasado a ser exagerada. Es evidente que la psicología negativa está dirigiendo ahora mismo los mercados”.
Otro de los puntos a favor del argumento de Saunders es que en todo los mercados desarrollados, las condiciones de crédito siguen estando relajadas y hay pocas señales de una crisis crediticia. “Las correcciones tienden a ocurrir cuando los PER caen mientras las expectativas de beneficios continúan subiendo. La reciente dinámica de los beneficios empresariales en los principales mercados desarrollados siguen mostrando signos de mejora. Los PMI y otros indicadores clave sirven de apoyo y todavía no hemos visto el efecto completo de la caída de los precios del petróleo en el consumo”, cuenta.
Cabe recordar que incluso antes de que los acontecimientos en China desestabilizaran los mercados, los inversores habían ido progresivamente reduciendo el riesgo en sus carteras desde los niveles vistos en el primer trimestre. Esto se ha evidenciado en las encuestas de sentimiento y de posicionamiento, en la disminución de la rentabilidad de la deuda pública y en la preferencia por los sectores defensivos dentro de los mercados de renta variable.
“Lo que ha sucedido no ha impedido otro ataque grave de aversión al riesgo, pero el movimiento está probablemente más meditado de lo que los pesimistas temen. Los fundamentales macroeconómicos siguen siendo favorables, las valoraciones siguen siendo razonables, y el posicionamiento de los inversores es defensivo, lo que sugiere una corrección en los preciosde los activos”, concluye el portfolio manager de Investec.