El Banco Popular de China (PBOC) anunció ayer que introducirá modificaciones en el mecanismo de fijación del tipo de cambio diario del renminbi. Lo hará referenciando el cambio al valor de cierre del día anterior y teniendo en cuenta «las condiciones de oferta y demanda en los mercados de divisas», así como los movimientos del tipo de cambio de las principales divisas. Como resultado, el dólar/renminbi se fijó en un 1,9% más y representa un debilitamiento récord de la moneda china desde 1994.
El anuncio supone que el banco central del gigante asiático va a aumentar la flexibilidad del renminbi, haciendo que la fijación diaria sea mucho más dependiente del mercado. Como resultado, es poco probable que la divisa china siga manteniendo baja su volatilidad y podría continuar depreciándose a mediano plazo conforme las autoridades lidian con una desaceleración del crecimiento económico.
Éstas son para Anthony Doyle, director de inversiones del área de Renta Fija de M&G Investments, las implicaciones a medio plazo de la devaluación del renminbi:
- Es probable que cualquier intento de depreciar el renminbi frente al dólar provoque un efecto ligeramente alcista para los bonos estadounidenses, lo que provocaría que los rendimientos fueran menores. Si el reminbi se deprecia en valor, China dispondrá de más dólares para invertir en bonos del Tesoro de Estados Unidos a través de las provisiones de reservas de divisas, lo que implica un fortalecimiento de la demanda. A menos que se vea una depreciación sostenida del renminbi en las próximas semanas, parece improbable que esta medida tenga un gran impacto en la demanda de bonos estadounidenses a corto plazo.
- Esta decisión presionará a la baja las tasas de inflación de las economías desarrolladas, situada ya en niveles bajos. Es probable que los precios de las importaciones para estas economías caigan, lo que sugeriría precios a la producción y al consumo más bajos. Una cantidad sustancial de los productos manufacturados chinos que se consumen en el mundo desarrollado son ahora más baratos y se podrían abaratar aún más.
- La caída de la divisa china significará un deterioro del poder adquisitivo de las empresas y los hogares chinos.
- También encarecerá, para China, los precios de las materias primas, generalmente denominadas en dólares estadounidenses, lo que presionará a grandes economías como la de Brasil, Nueva Zelanda o Australia.
- Un renminbi más débil sugiere una demanda menor de productos del exterior y podría desembocar en un menor crecimiento de las economías que exportan a China, así como de la región asiática.
Con todo, el experto explica que “cualquier movimiento para liberalizar el proceso que fija los tipos de cambio en China será bien visto por la economía global. Teniendo en cuenta el papel de China como fabricante clave de bienes y su enorme provisión de reservas extranjeras, no es sorprendente que la decisión sobre el tipo de cambio diario del renminbi pueda tener efectos secundarios significativos para otras economías y activos financieros”, explica el experto de M&G.