Janwillem C. Acket, economista jefe del banco privado suizo Julius Baer, ofrece su visión para la economía global para la segunda mitad del año. Según el experto, el crecimiento mundial se verá impulsado en los próximos meses por cuatro motores: Norteamérica, en especial EE. UU.; Europa, en torno a la eurozona; Asia oriental, apoyada en China y, por último, Japón.
Por otro lado, apunta que el crecimiento de los mercados emergentes se encuentra aletargado y que, aunque prevé que en general las políticas monetarias a nivel global sigan siendo expansivas en el medio plazo, espera subida de tipos en EE.UU. a finales del año, por lo que cree que la subida de los rendimientos de los bonos a largo plazo solo es cuestión de tiempo. Con este contexto recomienda a los inversores no desentenderse de los mercados de renta variable, sobre todo en Europa.
“La mayoría de los mercados emergentesde Latinoamérica, Europa oriental, África, Oriente Medio y Asia central siguen relativamente aletargados y son un origen de debilidad de la demanda mundial, dado que en muchos casos van con retraso en las reformas o hacen falta más. A pesar de que la caída en el precio de lasmaterias primas es a menudo un factor que explica la relativa ralentización de las economías emergentes exportadoras de recursos, este fenómeno ha sido un importante factor de crecimiento y caída de la inflación para muchos países importadores en vías de desarrollo. Sin embargo,en general la caída de los precios de las materias primas solo ha tenido un efecto deflacionista temporal y su traslado a la inflación subyacente (excluyendo alimentos y energía) aún está latente”, explica el experto.
Europa y España: motores del crecimiento
Así las cosas, los motores del crecimiento están en Europa, EE.UU., China y Japón. “Mientras que EE. UU. y China crecerán, aunque lo harán a un ritmo más lento que el año pasado, el impulso del crecimiento será mayor en la eurozona y Japón”, dice.
Con Europa, con países como España, es positivo: tras varios años de crecimiento nulo o muy modesto desde que estalló la crisis financiera en 2008 (y excluyendo a Grecia, que de momento es un especial y trágico caso aparte), la eurozona sigue ganando atractivo, dice, y “probablemente registrará de nuevo tasas de crecimiento pre 2008/2009 de aquí a 2016, aunque sigue habiendo grandes diferencias regionales”. En su opinión, “la crisis griega puede ser un potencial riesgo bajista para la zona del euro pero, con un peso de poco más del 1% en el PIB de la región, este país es bastante pequeño, así que el riesgo de un contagio que haga peligrar la recuperación es limitado”.
Por eso cree que, pesea los problemas en Grecia y también en Ucrania, “la eurozona mostrará la recuperación más dinámica en los próximos meses gracias a cuatro impulsos que beneficiarán sobre todo a España junto al líder Alemania: un euro más depreciado; unas materias primas en general más baratas, en especial el crudo; los frutos de la gran reestructuración empresarial que ha tenido lugar desde 2010 y, por último, como resultante de los tres impulsos anteriores, la recuperación del mercado interno de la región del euro”, apostilla. “Esto último beneficiará especialmente a España a través del comercio y el turismo. Tomando la delantera de las reformas económicas en los últimos años, España es el mayor ejemplo de una economía que se ha asegurado un futuro más brillante, en un mundo hostil e implacable lleno de competencia global”.
EE.UU., China y Japón, los otros motores
EE.UU. (la mayor economía del mundo, que supone la quinta parte del PIB global), se está recuperando de la contracción cíclica que sufrió en el primer trimestre de 2015 y la reciente mejora del consumo respaldará un repunte moderado del crecimiento en la segunda mitad del año, dice.
La economía china sigue ralentizándose, dado que se encuentra en plena transformación, fomentando la demanda doméstica y reformando su sistema financiero. “Sin embargo, esperamos que el aumento del gasto fiscal en infraestructuras de energía y transporte y de estímulos monetarios, como las recientes rebajas de tipos de interés y requerimientos de capital a los bancos, ayuden a estabilizar las condiciones económicas a lo largo de 2015”. Así, el crecimiento medio de China quedará bajo el 7% y será superado por el dinámico crecimiento de la India este año, explica. “Pese a todo, China sigue siendo la segunda mayor economía del mundo con diferencia: supone aproximadamente una sexta parte del PIB mundial y es el triple de grande que la tercera mayor economía mundial, India. Con el peso de estos gigantes, la región de Asia emergente seguirá siendo la mayor fuente de crecimiento a escala global”.
Sobre Japón, el cuarto pilar de crecimiento mundial y la cuarta economía del mundo tras India, está experimentando una mejora en las inversiones y una recuperación del consumo privado tras las agresivas medidas de estímulo fiscal y monetario y la devaluación del yen. “Incluso aunque las reformas aún tienen que hacer efecto del todo, tenemos sobre la mesa una recuperación comparable en fortaleza a la de la eurozona”.
Subidas de tipos
En su opinión, hasta que un 2% de inflación global (nivel que por definición marca la estabilidad de precios) esté asegurado, las políticas monetarias van a seguir siendo en general expansivas en el medio plazo. Algunos bancos centrales, como el BCE, seguirán centrados en frenar el riesgo de deflación, principalmente mediante el debilitamiento de sus monedas. “Sin embargo, mirando hacia adelante esperamos subidas de tipos por parte de los líderes del ciclo, EE.UU. en el último trimestre de 2015 y el Reino Unido en el primer trimestre de 2016. Como consecuencia de ello, la subida de los rendimientos de los bonos a largo plazo solo es cuestión de tiempo”. Así las cosas en la renta fija, cree que por el momento, los inversores serios no pueden desentenderse de los mercados de renta variable, sobre todo en Europa”.