Este domingo ganó el ‘no’ en Grecia por un confortable margen del 61% frente al 39%, otorgando a Syriza otra victoria política. Probablemente el resultado no sólo animará al primer ministro Tsipras y a su equipo, sino que creará también una enorme incertidumbre sobre el futuro de Grecia en la zona euro e intensificará las dificultades económicas más inmediatas por las que atraviesa el país. Ahora mismo no está claro cuándo podrán abrir de nuevo los bancos, si es que lo consiguen. Además, podrían considerarse recortes en los depósitos y los ahorros para evitar el colapso completo del sector bancario.
Sin un acuerdo a corto plazo entre Grecia y sus acreedores, es probable que el país heleno sufra una nueva y pronunciada recesión. Tanto la longitud como la profundidad de una posible contracción son todavía inciertas y dependerán de la evolución de la política interna de Grecia, la capacidad de obtener algún tipo de un acuerdo que permita al país permanecer dentro de la zona euro o la estabilidad social y política que queda tras un posible Grexit.
Tres elementos a vigilar
Para los expertos de NN IP (anterior ING IM) en los próximos días va a haber tres elementos de la respuesta del BCE a los que estar muy atentos: la gestión del programa de Asistencia de Liquidez de Emergencia y en qué medida va a permanecer abierto para los bancos griegos, la aplicación de recortes a las garantías que los bancos griegos tienen que proporcionar al BCE y las nuevas medidas que adopte el organismo para hacer frente a los problemas de liquidez que puedan surgir en otras partes de los mercados financieros de Europa. El equilibrio entre estas tres posibles medidas del BCE será crucial para la confianza de los mercados y, por lo tanto, del nivel de daño que el resultado del referéndum pueda causar a la economía europea.
“En el fondo, desde NN IP, tenemos una profunda convicción de que el BCE está dispuesto y es capaz de limitar el daño de un contagio a corto plazo en los mercados. Sobre todo porque ahora está operando en un contexto en el que cuenta con un frente político más unificado en el resto de miembros de la zona euro y esto permite un apoyo político eficaz para medidas creativas si fueran necesarias”, explican los expertos de la firma.
«Esto significa, básicamente, que no podemos descartar significativos retrocesos de cara a los próximos días en algunos activos como la renta variable y renta fija de los países periféricos, la renta variable europea o el euro, pero también que el riesgo de ruptura de la zona euro sigue siendo muy pequeño», cuenta la firma. Esta última es una situación completamente diferente a lo que pasó hace dos o tres años y por lo tanto conduce a conclusiones de inversión diferentes. Mientras el ciclo global sigue en marcha, el próximo período de volatilidad del mercado podría proporcionar un punto de entrada para los inversores una vez que la visibilidad sobre el futuro de Grecia aumente y la respuesta política sea clara.
NN IP mantiene la cautela
«A corto plazo, mantenemos una posición cautelosa y más centrada en la reducción que en la toma de más riesgos. Sin embargo, vamos a mantener nuestro asset allocationy sólo nos moveremos de forma defensiva si vemos un contagio significativo y una respuesta política decepcionante. Por ahora, esto último no forma parte de nuestro caso base. Obviamente, la situación sigue siendo muy incierta y estaremos muy atentos para introducir en nuestro portfolio los cambios que sean necesarios», concluye NN IP.