El presidente del BCE, Mario Draghi, el de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker (Comisión Europea) y la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, fueron los destinatarios, ayer por la noche, de una carta del primer ministro griego Alexis Tsipras, a la que ha tenido acceso el Financial Times.
En ella, Tsipras acepta casi todas las condiciones de la propuesta de la Troika. Pero como quien deshoja la margarita, horas después se aferró a su órdago, a sabiendas de que éste puede librarle de alguna de las imposiciones más duras. El mandatario griego está jugando sus cartas a vida o muerte y en una comparecencia retransmitida por televisión anunció que su partido seguirá adelante con el referéndum convocado para el domingo y volvió a pedir a los griegos que voten por el ‘no’.
La respuesta de Europa no se hizo esperar y la materializó la canciller alemana, Angela Merkel, «estamos de acuerdo en que las puertas de las negociaciones seguirán abiertas», dijo Merkel durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro italiano, Matteo Renzi. “Pero es necesario que Grecia acometa amplias reformas que le permitan crecer de forma sostenible”, apuntó.
«Votar en contra es necesario para lograr un acuerdo mejor”, afirmó Tsipras consciente de que el ‘default’ técnico en el que entró ayer con el FMI redobla su apuesta contra los acreedores internacionales y le otorga herramientas con las que presionar. “Votar ‘no’ no significa una ruptura con Europa», agregó.
Los expertos de NN IP (anterior ING IM) coinciden con esta idea. “Nuestro escenario base es que el pueblo griego votará ‘sí’, lo que significa que aceptará las condiciones de los acreedores”. Esto permitiría a Grecia recibir el último tramo del segundo programa de rescate, unos 16.000 millones de euros. “Sin embargo, todavía no está claro el enunciado exacto de la pregunta del referéndum. El voto popular a favor de las propuestas de los acreedores sería considerado, dada la oposición del Gobierno, un factor reductor del riesgo de una amenaza sistémica, mientras que la opción alternativa sería considerada un factor elevador del riesgo de incursión en un escenario mucho más negativo”, explica Jacco de Winter, senior financial editor de NN IP.
El hecho de que la opción más votada fuese el ‘no’ traería evidentemente una gran incertidumbre, cree De Winter. “No significa que Grecia vaya a ser obligada a salir de la zona euro, aunque las consecuencias negativas de las actuaciones del BCE y FMI podrían llevar a Grecia a decidir abandonar el euro. El ala de izquierdas del Gobierno griego ya ha manifestado que prefiere volver al dracma”, explica.
Sin embargo, los analistas de NN IP siguen pensando que los griegos optarán por el ‘sí’ el domingo. Según un sondeo realizado el sábado y publicado en el diario To Vima, el 57,5% de los griegos afirma que el Gobierno debería llegar a un acuerdo con los acreedores, mientras que dos tercios quieren que Grecia siga en la zona euro.
¿Qué pasará con los mercados?
En el período previo al referéndum, cabe esperar una mayor volatilidad, sobre todo en torno a los resultados de las votaciones del referendo. “Prevemos que el BCE mantendrá el programa de financiación de emergencia -ELA por sus siglas en inglés- para Grecia al menos hasta el día de celebración del referéndum. “Existe un potencial de subida en caso de que el Gobierno griego decida volver a la mesa de negociación entre hoy y el martes por la noche”, explica NN IP.