En los últimos años, una proporción cada vez mayor de la riqueza privada del mundo está en renta variable: así, ha pasado del 31% en 2009 al 39% en 2014, y será de un 42% en el año 2019, según las estimaciones de Boston Consulting Group en su informe “Global Wealth 2015: Winning the Growth Game”. Esta tendencia viene produciéndose tanto por los fuertes retornos del activo en los últimos años como por una creciente asignación de capitales hacia la renta variable. Sin embargo, al tener en cuenta los distintos segmentos de los altos patrimonios hay diferencias significativas, según el estudio.
Así, mientras los segmentos de ultra alto patrimonio (los UHNW, con más de 100 millones de dólares en activo) y los de más bajo (los altos patrimonios con entre 1 y 20 millones de dólares) tienen una media del 41% de su riqueza privada en acciones (con los datos de 2014), los altos patrimonios que tienen entre 20 y 100 millones de dólares (los llamados upper HNW) solo tienen un 29% de dicha riqueza en renta variable, con una mayor cantidad en liquidez y depósitos –del 55% frente a la media del 42% de los otros segmentos-. Por eso, el informe considera que es ese segmento el que representa una mayor oportunidad para las gestoras de patrimonios.
Desde una perspectiva regional, la proporción de riqueza privada en acciones es más alta en Norteamérica (49% en 2014), seguida de Asia-Pacífico (38%), Japón (34%) y Europa Occidental (33%). Oriente Medio y África, (27%), Europa del Este (24%) y Latinoamérica (13%) tienen menores asignaciones hacia su renta variable.
Sin embargo, la proporción de riqueza privada en renta fija es mayor en Latinoamérica (37%), seguida de Europa Occidental (27%), Oriente Medio y África (21%), Norteamérica (19%), Asia Pacífico (14%), Europa del Este (13%) y Japón (solo un 7%).
“En el futuro, nuestras proyecciones no muestran grandes cambios en la asignación de activos de esas riquezas privadas, excepto por una pequeña subida en el peso de los activos en renta variable para 2019”, apostilla el informe.