Los mercados emergentes llevan mucho tiempo sin gozar del favor de los inversores pero esa postura no es necesariamente justa. Kevin Daly, gestor de deuda emergente en Aberdeen AM, es consciente de las preocupaciones que los inversores arrastran, centradas fundamentalmente en la futura subida de tipos de la Reserva Federal en Estados Unidos, que en el pasado ha conducido a fuertes pérdidas en el activo.
Pero, según explica en esta entrevista con Funds Society, dejarlo de lado en las carteras es un error: “El mercado no se da cuenta de que este ciclo de tipos de interés es diferente al vivido en 2006”, cuando los tipos subieron más bruscamente. Por eso, considerando que el ciclo actual será realmente distinto, es decir, que no habrá una subida acusada (teniendo en cuenta las incertidumbres económicas que aún arrastra EE.UU.), y que la normalización de la política monetaria será gradual, “los mercados de deuda emergente pueden hacerlo bien”, máxime cuando cuentan con una mayor rentabilidad que puede limitar las pérdidas.
“Es cierto que los emergentes podrían sufrir pero las ventas no durarían mucho y volverían a recuperarse de nuevo”, dice el gestor, al igual que, recuerda, ocurrió con el anuncio del tapering, en mayo de 2013: tras el sell off llegó un fuerte rally. “Aún hay incertidumbres sobre la mesa pero la deuda emergente podría volver a gozar de nuevo del favor de los inversores”, dice, tras una época de flujos muy modestos (ante las preocupaciones de los grandes inversores institucionales, los principales inversores en el activo), y con un creciente interés desde Europa.
Y es que la deuda emergente no solo ofrece una rentabilidad atractiva, unos fundamentales bastante sólidos en ciertos países o una atractiva prima de riesgo frente a los bonos del Tesoro de EE.UU., sino que además es “el único activo en renta fija donde se pueden encontrar rentabilidades similares al high yield, pero con una calidad crediticia mejor” –el índice tiene una calidad media de grado de inversión-.
Y siempre queda la posibilidad de que la Fed espere a 2016 para subir tipos, ante la ausencia de inflación y un sólido crecimiento en EE.UU., lo que sería muy positivo. Y además está el hecho de que la relajación de políticas monetarias en otros países podría contrarrestar la política más restrictiva de la Reserva Federal: “En el pasado muchos bancos centrales emergentes han subido tipos con la Fed, como México, pero el próximo año podríamos ver políticas contrarias, en países como Brasil, que podría bajar tasas, o India, que podría continuar haciéndolo, respondiendo a sus dinámicas inflacionistas y no a lo que haga la autoridad monetaria estadounidense”. Eso apoyaría a la deuda de esos mercados.
Ante riesgos como China, el experto considera que ya en este punto ese riesgo es conocido y controlado, y que las autoridades están tomando medidas para contrarrestrar la desaceleración. “Podría bajar el crecimiento del 7% a niveles del 4%-5% pero el Gobierno lo está haciendo lo mejor que puede”.
En este contexto, el gestor encuentra muy buenas historias como la de India, con un escenario cada vez más “investor friendly”, que crece y con mucho potencial para alcanzar a China, mientras infrapondera China, debido a las valoraciones.
En Latinoamérica, sobrepondera Brasil, una apuesta contraria con respecto a otros inversores, porque piensa que es un ejemplo de mercado que muestra cómo a veces “las malas noticias pueden convertirse en buenas historias”. Entre las razones, el nuevo equipo económico del ministro Levy, con planes para cortar el gasto público y los subsidios y reformar la fiscalidad. “Ante el recorte de los subsidios en algunos sectores, la inflación podría subir y el crecimiento es pobre pero creemos que habrá buenos retornos en los mercados”.
También le gusta México -y su divisa que cree infravalorada-, donde el crecimiento y la inflación aportan buenas noticias aunque la cuestión es si su banco central seguirá a la Fed en sus movimientos de alza de tipos, algo que no cree que debería hacer si la inflación sigue baja; si sube, será motivo de preocupación. “En 2016 y 2017 muchos inversores entrarán en el país ante su reforma energética”, explica el gestor.
Con respecto Argentina y Venezuela, ha reducido su exposición, que es de infraponderación. “Tras el fuerte rally vivido, pues la deuda externa de Venezuela fue la más rentable en 2015, hemos reducido posiciones”.
En Aberdeen AM son inversores bottom-up, a la hora de analizar tanto los fundamentales de crédito del país o empresa donde invierten.