Casi tres cuartas partes de las aseguradoras globales (74%) consideran la Gestión Integral de Riesgos (ERM) un factor estratégico para aportar valor al negocio, según el estudio Global Enterprise Risk Management, realizado por Towers Watson entre las principales compañías de seguros en todo el mundo.
El informe refleja que las empresas que comparten este punto de vista son casi dos veces más propensas a manifestar que están satisfechas con el rendimiento de su gestión integral de riesgos (73% frente al 38%), en comparación con aquellas que consideren ERM como un mero instrumento para el control de riesgos (18%) o cumplimiento normativo (8%).
El estudio, en su octava edición, es el resultado de una encuesta internacional realizada de forma bianual por Towers Watson entre altos directivos de aseguradoras en Europa, Norteamérica y Asia Pacífico. En el mismo se refleja el nivel de satisfacción de las compañías de seguros con el rendimiento de su marco ERM, que ha crecido en 10 puntos porcentuales en los últimos dos años (63% frente al 53%). El incremento en las empresas europeas durante el mismo periodo ha sido de 7 puntos, hasta el 69%. Asimismo, siete de cada diez directivos encuestados esperan mejorar la toma de decisiones en cuanto a riesgos/rentabilidad con el fin de aumentar el valor para sus accionistas.
Según refleja la encuesta, las empresas cuyas funciones ERM están bien integradas en su plan de negocio, indicaron mayores tasas de satisfacción (82%) que aquellas sin un plan estratégico integrado (53%). Del mismo modo, aquellas con un marco de apetito al riesgo vinculado a límites específicos expresaron mayores tasas de satisfacción (76%) frente a las que no contaban con dicho marco (50%).
«Las empresas que persiguen un valor estratégico en su función de gestión de riesgos se diferencian de aquellas que utilizan ERM únicamente para el cumplimiento regulatorio en la medida en que integran, desde el principio, la gestión de riesgos en su proceso de toma de decisiones estratégicas», explica Felipe Gómez, Life Leader de Towers Watson para España y Portugal. «A menudo, la alta dirección incorpora la gestión de riesgos más adelante en el proceso, o incluso después de que se complete, cuando no hay muchas posibilidades de que influya en las decisiones críticas».
El estudio también refleja que las aseguradoras europeas han dado mayores pasos al integrar su marco ERM en la mayoría de las áreas de su negocio, en comparación con sus peers de América del Norte y Asia Pacífico. Las aseguradoras en Europa afirman haber integrado la gestión de riesgos en su autoevaluación de riesgos y capital (70%) a un ritmo mayor que el de sus homólogos de América del Norte (51%) y Asia Pacífico (45%). Esto también es válido para el área de fusiones, adquisiciones y privatizaciones (54%), así como la planificación de negocios (59%), donde las aseguradoras de América del Norte (36% y 34%, respectivamente) y Asia Pacífico (26% y 27%, respectivamente) quedan atrás respecto a las europeas.
Requisitos normativos
La encuesta muestra que los requisitos normativos jugaron un papel clave en cómo las aseguradoras han abordado su marco ERM a lo largo de los últimos dos años. El 61% de los participantes señaló que ha sido el motor fundamental del cambio, especialmente en Asia-Pacífico (72%) y Europa (63%), y en menor parte en América del Norte (47%). Asimismo, el deseo de los equipos de alta dirección y consejos de administración por contar con un programa de gestión integral del riesgo mejorado para fomentar las buenas prácticas empresariales (59%) fue visto como un importante impulsor del cambio.
“Tradicionalmente, las compañías han pensado en riesgos poniendo el foco en evitar pérdidas o en partes del negocio que no están bien y necesitan una solución”, comenta Felipe Gómez. “Pero ahora, a medida que ERM madura, estamos viendo objetivos de riesgos pensados en positivo, como por ejemplo maximizar el uso del capital de la compañía en términos de decisiones ajustadas al riesgo».
En cuanto a las principales barreras para la implementación del marco ERM durante 2015, los encuestados identifican las cuestiones normativas como el principal obstáculo. Al igual que en el estudio de 2012, las empresas europeas establecen su prioridad primordial en el desarrollo de la cultura de riesgo, seguida del apetito y tolerancia al riesgo y el seguimiento e informes de riesgos.
“El riesgo no existe en aislado. Sólo existe como parte del negocio. Si el CRO (Chief Risk Officer) no tiene una idea clara de los objetivos de la compañía y del tipo de balance valor/riesgo necesarios para conseguir dichos objetivos, no se estará optimizando el marco ERM”, argumenta Gómez. “Sin embargo, tomando un enfoque muy estratégico de gestión de riesgos, las aseguradoras pueden a menudo sortear algunos de los riesgos a los que están expuestas o inherentes en las oportunidades que quieren perseguir.”