La incertidumbre sobre la política comercial de Estados Unidos ha generado tres escenarios para las perspectivas económicas del país: aranceles light, guerra comercial o una crisis económica y financiera más amplia que incluye la introducción de controles de capital en EE.UU., según Scope Ratings.
“El reciente anuncio de aranceles comerciales estadounidenses marca una notable escalada en la política proteccionista adoptada por la Administración Trump”, afirma Alvise Lennkh-Yunus, responsable de calificaciones soberanas y del sector público de la agencia calificadora de riesgo Scope.
«De aplicarse, los aranceles representarían la mayor perturbación comercial en tiempos de paz para la economía mundial en más de 100 años. Si se mantienen, esta política tendrá importantes implicaciones crediticias tanto para EE.UU. (AA/Negativo) como para otros países a nivel mundial», afirma Lennkh-Yunus. “Incluso su reversión total, aunque improbable, no restablecería plenamente la confianza de las alianzas y cadenas de suministro anteriores, lo que indicaría un grado de pérdida económica duradera”, afirma.
En el escenario «aranceles light», éstos son el punto de partida de la negociación, con lo que la mayoría de los países apaciguan a EE.UU. y como resultado, surge un equilibrio ligeramente más proteccionista. Las principales implicancias son crecimiento a corto plazo y volatilidad en la inflación. La recesión técnica de EE.UU. podría causar modestos efectos sobre la demanda mundial y las cadenas de suministro; los riesgos de crecimiento y crediticios están contenidos en su mayor parte.
En el escenario «guerra comercial», los aranceles son elevados y permanentes, con una escalada significativa, y con contra-aranceles. En la proyección de este escenario por parte de Scope Ratings, persisten las presiones sobre el crecimiento y la inflación a mediano plazo, con EE.UU. entrando probablemente en recesión durante el año, con un impacto sobre el crecimiento y la calidad crediticia en los socios comerciales dependiendo de los vínculos comerciales y las vulnerabilidades existentes.
Ahora bien, en el escenario denominado «crisis económica y financiera», los aranceles son permanentes, la tensión entre EE.UU. y China se intensifica, mientras que la Unión Europea impone amplias contramedidas. El escenario de Scope Ratings incluye a Estados Unidos introduciendo controles de capital y dudas sobre el dólar como activo refugio mundial. En este supuesto, EE.UU. entra en recesión durante varios años, y los países con gran exposición económica y/o financiera a EE.UU. se ven muy afectados.
El impacto final sobre el crecimiento, la inflación, la deuda pública, las métricas de crédito externo y, por lo tanto, las calificaciones crediticias soberanas, dependerá en última instancia del entorno macroeconómico que surja de las políticas que adopte EE.UU., las respuestas de los socios comerciales y las fortalezas y vulnerabilidades crediticias subyacentes de los países antes de este enfrentamiento comercial.
Las posibles respuestas de los socios comerciales de Estados Unidos van desde apaciguar a la Administración Trump mediante negociaciones hasta una combinación de adopción de contramedidas, celebración de acuerdos de libre comercio entre sí y profundización de las reformas económicas internas para compensar, al menos parcialmente, los efectos adversos de los aranceles estadounidenses.
“En nuestras calificaciones, valoraremos tanto la magnitud de los problemas causados a nivel comercial como la adecuación y calidad de las respuestas de política monetaria y fiscal regionales y nacionales, centrándonos en la capacidad de ajuste fiscal y la resistencia económica subyacente de los países para absorber y revertir el impacto de la situación a largo plazo”, afirma Lennkh-Yunus.
Uno de los países más expuestos es el propio EE.UU. como epicentro de este giro político poco ortodoxo, sobre todo en los escenarios más extremos planteados por Scope.
“En un escenario de guerra comercial prolongada y/o de introducción de controles de capital estadounidenses, podrían surgir alternativas viables al dólar. Por ejemplo, China y la UE podrían decidir profundizar su relación comercial, y/o China podría decidir abrir más su balanza de capitales, y/o la UE podría acelerar su Unión de Ahorro e Inversiones. Es improbable que estos acontecimientos se produzcan con rapidez, pero si aumentaran las dudas sobre el carácter excepcional del dólar, esto sería muy negativo desde el punto de vista crediticio para EE.UU.”, afirma Lennkh-Yunus.
Los países con importantes superávits comerciales y/o exposición financiera a EE.UU. también son muy vulnerables a las consecuencias adversas del cambio en la política comercial estadounidense, aunque el impacto en Europa será desigual.