México cuenta con un enorme potencial para la promoción de inversiones financieras en sus mercados, especialmente en el sector de renta variable ya que una mínima proporción de su población realiza inversiones en ese segmento.
De acuerdo con un estudio publicado por el sitio HelloSafe, México registra una de las tasas más bajas de participación en mercados bursátiles a nivel mundial.
Según estos datos, tan solo el 1,2% de los hogares mexicanos invierte en acciones, ya sea de forma directa o a través de vehículos financieros como fondos o seguros de vida. Esta cifra coloca al país en la posición número 31 de 32 naciones analizadas, es superado solamente por Marruecos, que registra una tasa de solo el 0,5%.
La participación de los hogares mexicanos en opciones de inversión como el mercado de capitales dista mucho de lo que se observa en sus principales socios comerciales de la región: Estados Unidos y Canadá. De acuerdo con la misma fuente, en Estados Unidos alrededor del 55% de los hogares tienen inversiones en bolsa, mientras que en Canadá el 49% de los mismos realiza este tipo de inversiones.
Tres factores explican esta enorme distancia entre México, Estados Unidos y Canadá:
- Factores estructurales: como la integración de inversiones en planes de ahorro para el retiro y desde luego el otro tipo de fondos de inversión que abaraten y faciliten el acceso a este tipo de inversiones al público en general.
- Incentivos fiscales: en México el tema se ha debatido por años pero sin llegar a nada concreto; por el contrario, la legislación se ha endurecido por motivos como reglas antilavado, lo que disminuye la posibilidad de que los inversionistas individuales participen en el mercado.
- Una cultura financiera más desarrollada: Uno de los talones de aquiles del país; el tema sobre la cultura financiera también ha sido debatido ampliamente, aunque a diferencia del punto anterior se han realizado esfuerzos importantes durante décadas; sin embargo, parece que los esfuerzos realizados deben multiplicarse para interesar a un público que también parece desinteresado por estos temas.
Mientras se encuentra una solución al problema, en realidad en México las inversiones siguen concentrándose en activos tradicionales como bienes raíces, considerados más seguros y tangibles por la mayoría de los inversionistas.
En lo relativo a las inversiones financieras, gran porcentaje de los recursos se destinan al mercado de renta fija, incluso si en términos reales los inversionistas registran balance negativo. Es el caso de los pagarés bancarios, que según cifras de especialistas acaparan alrededor del 21% del PIB del país, es decir cerca de 6,2 billones de pesos (310.000 millones de dólares), a pesar de que en la mayoría de los casos estos recursos obtienen tasas reales negativas y además suelen estar amarrados al plazo de vencimiento del pagaré (generalmente en un plazo que va desde 30 hasta 180 días), reduciendo la oportunidad de realizar otras inversiones por falta de liquidez.
En el sitio HelloSafe,com.mx los autores del estudio concluyen que la falta de infraestructura financiera madura, la limitada oferta de productos de inversión y la escasa educación financiera contribuyen a esta baja participación en el mercado de valores.
De acuerdo con el perfil de los inversionistas encuestados, la preferencia por inversiones en bienes raíces se refleja en que el 40,4 % de los mexicanos considera este sector como su principal opción de inversión, según el mismo estudio de HelloSafe.
No obstante, los analistas prefieren ver las cifras tan desfavorables en lo relativo a las inversiones en el mercado de capitales como una gran oportunidad, en los hechos, un mercado casi virgen para un país tan grande y que tiene como vecino y socio a la mayor potencia global, además de Canadá, una economía que forma parte del top 10 en el mundo.