Con el telón de fondo de un contexto cambiante –y volátil–, el Banco Central Europeo (BCE) se alineó con las expectativas del mercado y anunció un nuevo recorte de tipos de referencia. Citando señales de control en la inflación, y sin dejar de mencionar la envolvente historia de las tensiones comerciales globales, la entidad decidió rebajar las tasas de referencia en 25 puntos base.
Esto quiere decir, según detallaron en su comunicado de prensa, que los tipos de interés aplicables a la facilidad de depósito, a las operaciones principales de financiación y a la facilidad marginal de crédito disminuirán hasta el 2,25%, el 2,40% y el 2,65%, respectivamente, con efectos a partir del 23 de abril de 2025.
Con esto, el BCE realizó su séptimo recorte de tasas, reforzando la política más expansiva que han adoptado desde septiembre de 2023, cuando los tipos llegaron a su punto álgido más reciente.
La decisión de rebajar, explicaron en su nota de prensa, se basa en la “evaluación actualizada de las perspectivas de inflación, de la dinámica de la inflación subyacente y de la intensidad de la transmisión de la política monetaria”.
Entre desinflación y riesgos
“El proceso de desinflación continúa avanzando”, recalcó el ente rector, con una evolución que se ha ajustado a lo que esperaban los expertos del BCE. Es más, tanto la inflación general como la subyacente se redujeron en marzo y “la inflación de los servicios también se ha moderado notablemente en los últimos meses”.
En esa línea, desde la entidad monetaria recalcan que la mayoría de los indicadores de inflación subyacente sugieren que la inflación se estabilizará en torno al objetivo del Consejo de Gobierno del 2% a medio plazo, de forma sostenida.
“La economía de la zona del euro ha acumulado cierta resiliencia para hacer frente a las perturbaciones mundiales, pero las perspectivas de crecimiento se han deteriorado debido al aumento de las tensiones comerciales. Una mayor incertidumbre podría reducir la confianza de los hogares y de las empresas, y es probable que la respuesta adversa y volátil de los mercados a las tensiones comerciales dé lugar a un endurecimiento de las condiciones de financiación”, indicó el BCE, agregando que estos factores podrían impactar las perspectivas económicas de la Zona Euro.
Mirando hacia delante, la entidad remarcó que, “especialmente en el contexto actual de excepcional incertidumbre, aplicará un enfoque dependiente de los datos, en el que las decisiones se adoptan en cada reunión, para determinar la orientación apropiada de la política monetaria”.
“En particular, las decisiones del Consejo de Gobierno sobre los tipos de interés se basarán en su valoración de las perspectivas de inflación teniendo en cuenta los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria, sin comprometerse de antemano con ninguna senda concreta de tipos”, finalizaron.