La Asociación Europea de Fondos y Gestión de Activos (Efama, según sus siglas en inglés) considera que simplificar la regulación en torno al Producto Paneuropeo de Pensiones Individuales (PEPP) y aumentar su demanda por parte de los inversores serán fundamentales para que tenga éxito. Ahora bien, ¿cómo se puede hacer esto?
Según explican, impulsar las pensiones es una parte fundamental para alcanzar los objetivos de la Unión del Ahorro y la Inversión, que pretende fomentar la inversión minorista y desarrollar los mercados de capitales de la UE. Se espera que la Comisión Europea proponga cambios en el PEPP en la segunda mitad de 2025, y sus propuestas definen lo que necesitan los gestores de activos para que este producto tenga éxito en el futuro.
“Aunque las medidas que proponemos requieren enmendar el Reglamento del PEPP, no suponen una reforma radical. Igualmente crucial para el éxito del PEPP es la adopción de medidas orientadas a aumentar su demanda”, reconocen desde Efama.
Estas son las ideas de Efama
A la hora de hablar de propuestas concretas, Efama considera que los proveedores del PEPP deberían poder ofrecer subcuentas nacionales de manera voluntaria, en lugar de que sean obligatorias. Según su visión, esta flexibilidad permitiría la entrada de más proveedores al mercado, ya que no necesitarían necesariamente la capacidad administrativa para ofrecer el PEPP en varios Estados miembros.
Además, indican que, dado que el PEPP Básico fue concebido como un producto de pensiones sencillo y seguro, los proveedores deberían poder ofrecerlo sin necesidad de asesoramiento financiero. “Esto simplificaría su distribución aprovechando herramientas digitales que proporcionen a los potenciales ahorradores del PEPP la información necesaria para evaluar el producto antes de tomar una decisión”, explican desde Efama.
Por último, apuntan que las estrategias de inversión basadas en el ciclo de vida deberían regularse sin imponer la modelización estocástica ni probabilidades mínimas de garantía de capital, ya que estas restricciones empujan a los proveedores hacia activos de renta fija con bajos rendimientos, que no se ajustan al perfil riesgo-rentabilidad de muchos inversores minoristas ni benefician a la economía en general.
“Compartimos la opinión de EIOPA de que el límite de comisiones del 1 % limita la capacidad de los potenciales proveedores para ofrecer el PEPP, y que el enfoque debería centrarse en si el PEPP ofrece una buena relación calidad-precio, teniendo en cuenta las necesidades, objetivos y características de los ahorradores”, añaden.
Desde Efama ponen en valor dos ideas más. En primer lugar explica que dado que el PEPP debe competir con productos de pensiones ya existentes, es fundamental que los Estados miembros apliquen el tratamiento fiscal más favorable disponible para estos productos. Y por otro lado señalan que “los proveedores del PEPP deberían poder ofrecer el PEPP como un producto de pensiones de carácter ocupacional, de manera que sirva como una opción complementaria junto a los planes de pensiones ocupacionales existentes”. Efama ve claro que este cambio ayudaría a ampliar la cobertura de pensiones del segundo pilar, especialmente entre las pymes, y generaría un aumento significativo de la demanda.
La valoración de sus portavoces
En opinión de Bernard Delbecque, director Senior de Economía e Investigación en Efama, para aumentar el número de proveedores y estimular la demanda del PEPP, debemos simplificar las restricciones normativas, introducir incentivos fiscales, eliminar el límite del 1 % en comisiones y ampliar el PEPP para que sirva tanto como producto personal como ocupacional. “Nuestras propuestas ofrecen soluciones pragmáticas para lograrlo, desbloqueando inversiones en activos de alto crecimiento y asegurando que el PEPP contribuya eficazmente a los objetivos de la Unión Europea del Ahorro y la Inversión”, afirma Delbecque.
Por su parte, Tanguy van de Werve, director general de Efama, apunta que “la actual caída del mercado, aunque inquietante, no debe desviarnos del reto estructural de cerrar la brecha de pensiones. Los productos de pensiones a largo plazo están diseñados para resistir la volatilidad a corto plazo, lo que los hace idóneos para ofrecer estabilidad y crecimiento con el tiempo”.